La nueva Clase S de Mercedes ya está entre nosotros. El buque insignia del fabricante alemán está llamado a ser la referencia en berlinas de lujo durante los próximos años, el rasero con el que su competencia se tratará de medir y posiblemente una de las mejores máquinas del momento. También hemos conocido ya a la versión S 63 AMG, discreta, elegante, pero implacable con sus 585 CV y su 5.5 V8 doblemente sobrealimentado. Sólo faltan las preparaciones… y ya empiezan a gotear poco a poco.
Brabus siempre suele ser la primera, dada su especial relación con Mercedes, considerándose prácticamente preparador oficial. El Brabus Clase S nos saluda con un programa de preparación estética y mecánica bastante completo. Exteriormente, los cambios son relativamente sutíles, lo suficiente para no alterar la majestuosidad de la berlina y al mismo tiempo marcar la diferencia. Los paragolpes se modifican ligeramente, hay una nueva rejilla lateral y unos faldones un poco más grandes.
Los logotipos de Mercedes se reemplazan por los de Brabus y llantas de 21 pulgadas especialmente diseñadas para la Clase S. Se comenta que Brabus ya ofrece personalizaciones para el interior de la Clase S, pero por el momento no han mostrado imágenes al respecto, aunque sí nos dicen que se podrá equipar un nuevo sistema multimedia y nuevos tapizados para los asientos. Si abrimos el capó vemos que la cubierta del motor es nueva y dos tomas de aire están forradas en pan de oro…
Vamos a conocer que nos tiene preparado Brabus en las entrañas de esta máquina, con la cúspide en los 730 CV. Para el Mercedes S 500, se masajea un poco más su 4.6 V8 biturbo, mediante una reprogramación electrónica, un aumento en la presión de soplado y un nuevo mapa de inyección. De los 455 CV de serie se pasa a 520 CV, con un incremento de par máximo hasta los 820 Nm. Acelera en sólo 4,2 segundos hasta los 100 km/h y es capaz de alcanzar una velocidad máxima autolimitada a 300 km/h.
Si somos un poco más miedosos podemos pedir que nos la limiten a 250 km/h o 275 km/h. Para el S 63 AMG, la potencia aumenta en 145 CV desde los brutales 585 CV de serie: el resultado son 730 CV y 1.000 Nm de par motor entre las 2.250 y las 3.750 rpm. No obstante, eso no es todo: si queremos verdaderas prestaciones tendremos que adquirir el kit Brabus B63S. Los dos turbocompresores de serie se reemplazan por nuevas unidades Brabus capaces de soportar mejor el incremento de soplado.
Además, se instala un nuevo escape deportivo, que desahoga mejor al motor y suena mejor. Los 730 CV no varían, pero el par máximo sube a 1.065 Nm entre las 1.750 y las 5.000 rpm. Para los modelos equipados con suspensión Airmatic o Active Body Control la altura al suelo se reduce en 15 mm para un mejor paso por curva.
Fuente: Carscoops
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