El Ayuntamiento de Madrid acaba de aprobar toda una serie de medidas enfocadas a mejorar la gestión del aparcamiento regulado y el uso de bicicletas públicas en las Zonas de Bajas Emisiones de la ciudad. Aunque en general estas medidas buscan un ahorro y una mayor eficiencia en los contratos con los adjudicatarios del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) de la capital, el objetivo final según las autoridades locales “es ofrecer un servicio de calidad al cliente”. A continuación veremos cómo le afectará al conductor, para bien o para mal, la implantación de estas medidas que empezarán a implantarse en noviembre para ser efectivas a mediados de 2014.
La capital española busca un sistema para regular el aparcamiento que sea más justo en sus tarifas en base a criterios tales como la tecnología del vehículo y el nivel de ocupación de la zona en la que aparquemos. Hasta ahora tan solo se tenía en cuenta la zona, el tipo de plaza (zona azul o zona verde) y el tiempo en que el vehículo ha estado estacionado.
Por lo tanto, la congestión del barrio y las emisiones de nuestro vehículo se añadirán a partir de 2014 como factores determinantes para calcular el coste de aparcar en el centro de la ciudad.
Sobre el papel, y desde el punto de vista medioambiental, es una medida muy loable. Actualmente los vehículos eléctricos están exentos de pagar el aparcamiento regulado de la capital e incluso cuentan con aparcamientos con punto de recarga, aunque muy pocos, destinados únicamente a eléctricos e híbridos enchufables. Pero evidentemente estos automóviles han sido concebidos como eléctricos y cuentan con el correspondiente distintivo oficial que los acredita como tales. ¿Cómo definirá el Ayuntamiento de Madrid las emisiones o cuán eficiente es un coche?
Según se ha anunciado hoy mismo, los parquímetros contarán con sistemas de pago con tarjeta y móvil, teclado alfanumérico completo y una pantalla con guiado más sencillo e intuitivo para encontrar la tarifa que se adecua a nuestra situación. Imaginamos que la información de “eficiencia” de un vehículo se extraerá del Registro de Tráfico introduciendo la matrícula. También suponemos que esa matrícula figurará en el ticket del parquímetro, para que el empleado que se encarga de revisar que los coches aparcados en zonas reguladas han pagado evite la picaresca del usuario.
En teoría esto resolvería el problema anterior. No obstante si tenemos en cuenta el segundo parámetro, la congestión del barrio, la complejidad para calcular de antemano el coste de aparcar en zona azul o zona verde seguirá persistiendo.
Fuente: Ayuntamiento de Madrid
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