Hasta ahora era vox populi que la posibilidad de recibir una sanción de tráfico por una infracción cometida fuera de nuestras fronteras, por ejemplo en Francia, es realmente baja. Para que un conductor recibiese la sanción, por ejemplo por un exceso de velocidad en un radar fijo, era condición indispensable que un gendarme te diera el alto para solicitar el pago de la multa en ese preciso momento. Eso tampoco quiere decir que el riesgo no exista, es más, basta con que un gendarme te pare una única vez y compruebe los antecedentes del vehículo para que el conductor tenga que saldar todas las sanciones cometidas en el pasado o atenerse a la inmovilización del vehículo.
Pero evidentemente en todas aquellas sanciones que no han pasado por la detención del vehículo existía un flagrante vacío legal. Esta es la razón que aduce la Dirección General de Tráfico para estrechar las relaciones con Francia y garantizar que cualquier multa cometida en el país vecino se tramite mediante los cauces habituales en nuestro país. Es decir, que a efectos prácticos cualquier sanción tramitada en Francia se remitirá al infractor en España y, por supuesto, también al contrario.
Esta medida entrará en vigor el próximo 1 de agosto y obligará a aquellos españoles que crucen la frontera con Francia a extremar la precaución, especialmente con los radares fijos que por cierto son bastante abundantes en territorio francés. El límite máximo de velocidad en Francia es de 130 km/h, pero únicamente es aplicable en autopistas. Estas carreteras no deben confundirse con las vías rápidas, que son bastante comunes en este país y cuentan con al menos cuatro carriles (dos por sentido), en las que el límite general es de 110 km/h. En carreteras convencionales el límite general es de 90 km/h y en ciudad de 50 km/h.
Si vas a circular por Francia también es importante saber que, entre otras diferencias de su ley de tráfico, el uso de detectores de radar está prohibido (en España también se prohibirá el año que viene). De ahí que sistemas colaborativos que apelan a las informaciones que envían los propios conductores, como Coyote, estén tan extendidos. Otra curiosidad es que la legislación francesa exige llevar a bordo un alcoholímetro portátil.
Las sanción mínima por infracciones de tráfico en Francia, es inferior a los cien euros, pero las superiores pueden alcanzar más de mil euros y varios miles si existe agravante de reincidencia. Aunque en Francia también existe carné por puntos (consultar tus puntos restantes), de hecho fueron pioneros en este sistema estrenándolo ya en verano de 1992, la retirada de puntos de una sanción en territorio francés no tendrá aplicación sobre el carné español y viceversa.
Fuente: El Correo
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