Audi ya sabe como ganarse un papel de coprotagonista de una película con uno de sus coches. También diseñar un coche única y exclusivamente para una película futurista, de ciencia ficción. Por esa misma razón no nos sorprende que la marca haya movilizado a su equipo de diseño para concebir un prototipo, que de momento será digital y no de «carne y hueso», para la película Ender’s Game que se estrenará el próximo mes de octubre.
El proceso de diseño del prototipo Audi fleet shuttle quattro, el nombre escogido para este prototipo virtual, fue comparable al «trabajo de un sastre realizando un traje a medida». Según Audi «tuvieron que adaptarse a los requisitos del cliente (la productora de la película) teniendo cuidado siempre de preservar la imagen de la marca«. El resultado salta a la vista y la presencia de la marca con sus cuatro aros en el frontal, la zaga y las llantas o la denominación quattro en los bajos, es suficiente para que el trabajo haya merecido la pena y la marca goce de su cuota de pantalla.
Y precisamente decimos que Audi ya sabe como funciona este negocio por sus precedentes. En 2004 también se aseguraron su presencia en una película muy taquillera, en la historia inspirada por Asimov y llevada al cine en Yo, Robot. Aquel Audi RSQ era un extravagante y futurista superdeportivo biplaza que, por cierto, acabaría definiendo los rasgos que más tarde veríamos en el Audi R8 definitivo. O en otras palabras, Audi ya nos estaba vendiendo el nuevo R8 mucho antes incluso de que este se hubiera presentado.
La presencia de marcas o, product placement, en el cine es casi tan antigua como la propia industria cinematográfica. Son muchos los que aún siguen defendiendo que E.T. fue uno de los primeros ejemplos de product placement en el cine. Pero sin duda alguna mucho antes, en 1967, Alfa Romeo ya había logrado que toda una generación soñase con emular a Dustin Hoffman conduciendo descapotado su flamante Alfa Spider 1600 Duetto por las carreteras de Santa Barbara en la película El Graduado.
Fuente: Audi
En Diariomotor: Product Placement, o cómo Al Pacino ha conseguido venderme un Porsche 928
Audi RSQ en Yo, Robot (2004)