Tradicionalmente, Volvo siempre ha sido una marca vinculada con la seguridad. Desde hace décadas, los modelos de la firma sueca se han caracterizado por estar a la vanguardia de las tecnologías de seguridad activa y pasiva, un status que aún conserva pero que ya sabe a poco a los dirigentes de la compañía. En los últimos tiempos, Volvo también ha demostrado ser una de las firmas más activas en cuanto a la búsqueda de reducción de consumos y emisiones e incluso la electrificación e hibridación de su gama.
Hace ya tiempo que sabíamos que estaban trabajando en sustituir su actuales motores por una gama mucho más eficientes y avanzada. La firma ha sorprendido recientemente con el anuncio de la introducción de la familia de motores DRIVE-E, que protagonizará la oferta de propulsores de Volvo en los últimos años. se trata de únicamente dos motores, uno gasolina y otro diésel, ambos con configuración de cuatro cilindros y 2 litros de cilindrada, que estarán disponibles a partir de este otoño en una amplísima gama de potencias.
Estos dos bloques sustituirán un total de ocho motorizaciones diferentes en las tres plataformas mecánicas que actualmente conforman la gama de Volvo. Así, el 2.0 turbodiésel DRIVE-E estará disponible en potencias de entre 120 y 230 CV, mientras que el motor DRIVE-E gasolina tendrá un amplio abanico de entre 140 y 302 CV. Además, en muchas de las potenciaciones podrán vincularse con una caja de cambios automática de ocho velocidades, pensada también para mejorar la eficiencia. En función de la potencia, contarán con turbo o una combinación de turbo y compresor.
Las potencias más altas de ambos bloques sustituirán a los motores de cinco y seis cilindros que actualmente pueblan la gama Volvo. Respecto a estos motores más grandes, las reducciones de consumo serán de entre un 10 y un 30% según las estimaciones de la marca. El primer integrante de la familia DRIVE-E que llegue al mercado será un bloque diésel de 181 CV, que estará disponible a partir de este otoño en los modelos S60, V60 y XC60. En los tres modelos se ofrecerá con tracción delantera exclusivamente.
A lo largo de 2014 se irán implantando también nuevas potenciaciones diferentes tanto del bloque diésel como del gasolina. La guinda del pastel la pondrán los nuevos motores T5 y T6, que ahora serán de cuatro cilindros turboalimentados con potencias de 240 y 306 CV respectivamente. A pesar de la gran potencia que desarrollan estas variantes, Volvo ha confirmado que estos motores también estarán disponibles con tracción delantera en función de los modelos en los que se monte.
Por el momento no conocemos el calendario concreto de implantación de estas motorizaciones ni tampoco cuántos escalones de potencia tendrán, pero lo que queda claro es que la apuesta de Volvo por la eficiencia es seria y plausible, sobre todo si tenemos en cuenta que han sido desarrolladas sin ayuda de ningún otro grupo automovilístico. Se han diseñado en Suecia y serán fabricados en la planta de motores de Skövde que la firma tiene en su país natal.
Fuente: Volvo
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