Bolloré acusa a BMW de espionaje industrial. Según ha denunciado la empresa francesa, el pasado mes de agosto habrían “cazado” a unos técnicos que trabajan en el desarrollo del nuevo BMW i3. Al parecer dos ingenieros, con sus correspondientes ordenadores portátiles, recopilaban información de uno de los vehículos alquilados de Bolloré y de los puntos de recarga distribuidos por la ciudad de París. Alguien se alertó de lo que sucedía, tomó la matrícula y más tarde comprobó que se trataba de empleados de P3, subcontratados por BMW.
Pero antes de seguir ¿qué es exactamente Bolloré? Aunque para muchos resulte una empresa totalmente desconocida, Bolloré es el impulsor de una de las mayores redes de coches compartidos del mundo, Autolib (nuestro compañero Luis Miguel Ortego ya hizo una prueba de Autolib hace un año). Con cerca de 1.800 unidades del Bolloré Bluecar, un inconfundible utilitario eléctrico diseñado por Pininfarina, rodando por París, Bolloré se ha convertido en uno de los referentes de la movilidad urbana del presente y el futuro. También es referente en el desarrollo de soluciones para utilitarios eléctricos. Sin ir más lejos, recientemente se anunciaba que Renault y Bolloré unirían fuerzas para extender sus servicios y comercializar sus productos fuera de Francia.
Por lo tanto es bastante comprensible que Bolloré sospeche de la actuación de estos ingenieros al servicio de BMW, aunque la marca alemana desmiente que haya sido así y ha dado explicaciones al respecto. En Bolloré han sido pioneros en el uso de ciertas tecnologías de almacenamiento energético, como las baterías de polímeros de iones de litio (diferentes a las habituales de iones de litio), y sistemas de carga y geolocalización aplicables a las redes de coche compartido de Autolib, que ya cuenta con más de 65.000 clientes.
Según miembros de Autolib, los primeros movimientos sospechosos se habrían detectado los días 21 y 22 de agosto. En el momento que se comprobó que aquellos supuestos clientes trabajaban para P3 e indirectamente para BMW, se alertó a las autoridades, que el día 5 de septiembre habrían interrogado a otros clientes de Autolib, sospechosos de espionaje industrial. No parece que haya ninguna prueba de que BMW haya recopilado información sensible y Bolloré reconoce su desconocimiento de lo que estaban tramando estos ingenieros.
Evidentemente BMW ha desmentido las acusaciones y que alguno de sus empleados fuera detenido aquel 5 de septiembre. Por otro lado no desmienten que sus ingenieros estuvieran probando el Bolloré Bluecar en agosto y realizando algunos tests de los puntos de recarga de Autolib en París, aunque con el único objetivo de comprobar si serían compatibles con el nuevo BMW i3.
Las explicaciones son comprensibles. Recordemos que Autolib ha montado una inmensa red de puntos de recarga, más de 1.000 solo en París y alrededores, que además de servir para la recarga del Bolloré Bluecar de car sharing, está disponible para los coches eléctricos de otros clientes. El precio de la recarga es de un euro la hora, aunque se ofrecen suscripciones mensuales por 15 euros, una tarifa muy económica que sin duda alguna daría vida al uso de eléctricos, como el Bluecar o como el i3, en la capital francesa.
Fuente: Autonews
Fotografías: Luis Miguel Ortego para Tecmovia
En Diariomotor: Probamos Autolib, el “Car Sharing” eléctrico de Paris