En la primera parte de nuestra prueba del Audi A6 3.0 V6 TDI 204 CV S-Tronic, hemos realizado un detallado análisis del aspecto interior y exterior del coche. La conclusión que extraemos es que se trata de un coche de lujo con acabados exquisitos y tecnología a la última, decorado de una forma campera y equipado con una tracción total y una altura libre al suelo para falicitar la conducción off-road, aunque las llantas de 20 pulgadas que monta la unidad de pruebas no aconsejen tal cosa.
Como ya hemos probado la variante de cuatro puertas, vamos a centrar este análisis en detallar el funcionamiento del motor V6 de 204 CV y en conocer cuáles son sus ventajas en campo para comprobar si merece la pena pagar el notable sobreprecio de un A6 Allroad frente al A6 Avant equivalente. No obstante, antes de introducirlo por terrenos complicados, vamos a ver qué tal se desenvuelve por carretera y ciudad, así como ver las diferencias en función de la configuración del chasis que seleccionemos a través del Audi drive select.
De serie cuenta con una suspensión neumática configurable en cinco modos diferentes: dynamic, automatic, comfort, allroad y lift. Los tres primeros están pensados para circular por carreteras abiertas, mientras que los dos últimos son para realizar conducción offroad o superar obstáculos complicado. Entre los modos dynamic y comfort hay 15 mm de diferencia de altura del coche, mientras que seleccionando la posición allroad la altura se eleva 35 mm. El caso extremo del modo lift eleva la carrocería 45 mm respecto a la posición “base”.
La mayoría de kilómetros realizados con el coche han sido dejando la posición automática, ya que ella esta posición se encarga de variar entre el dynamic y el comfort de manera más o menos correcta en función de nuestro comportamiento al volante. A lo largo de los párrafos siguientes puntualizaré en qué momento he seleccionado otro modo de conducción en aras de detallar lo máximo posible la prueba.
En primer lugar arrancamos el coche, momento en el cual se nota que bajo el capó llevamos un motor diésel. Habiendo montado en dos ocasiones diferentes en un Audi A6 3.0 TFSI gasolina, donde apenas es perceptible el sonido del motor, he de decir que ni siquiera el notable aislamiento de este Audi A6 allroad permite silenciar el bronco sonido diésel del bloque 3.0 V6 TDI que llevamos, si bien no llega a ser alarmante nunca. Obviamente, cualquier utilitario o compacto transmite mayor ruido o vibración, pero aún así se deja notar.
Seleccionamos la posición D de la caja de cambios DSG para comenzar nuestra marcha y realizar nuestros primeros kilómetros en ciudad. El cambio DSG de siete relaciones hace que la comodidad de conducción sea absoluta. El sonido del motor sigue siendo bajo, los saltos entre marchas son imperceptibles y las suspensiones se encargan de absorber las imperfecciones. Los cambios de marcha se producen a menos de 2.000 rpm si no aceleramos con fuerza, dando como resultado que a 50 km/h ya circulamos en quinta velocidad. Por la M30 madrileña, se circula en séptima velocidad incluso en los tramos limitados a 70 km/h, aunque el cambio rápidamente reducirá marchas si detecta que aceleramos un poquito más del mínimo para mantener la velocidad.
El sistema start-stop hace que el coche se cale cuando nos detenemos completamente, ayudando además a ahorrar algo de combustible. El start-stop es algo brusco, con una cortísima pero notable vibración nada más soltar el freno. El sistema de ayuda a arranque en pendientes hace que sea imposible que el coche se nos vaya hacia atrás en ninguna situación, por muy pronunciada que sea la cuesta. También cuenta con control de descenso de pendientes, pero ello lo utilizaremos más adelante.
En ciudad el coche es cómodo, si bien su manejo resulta algo complicado debido a las enormes proporciones del coche. Conducir por las estrechas calles de nuestras ciudades acaba cansando ya que hay que medir muy mucho las maniobras en más de una ocasión. No obstante, he de puntualizar que no estoy acostumbrado a manejar coches tan grandes en ciudad, quizá al que conduzca un BMW X5 a diario (por poner un ejemplo) le haga gracia mi comentario. El consumo urbano registrado en mis numerosos trayectos por ciudad siempre ha sido superior a los 9.5 l/100 km, con cifras que incluso han llegado a 11 l/100 km en momentos muy congestionados. Frente a los 7 l/100 km de ficha, la diferencia es notable.
Saliendo al autopista, nos damos cuenta de que es el territorio más idóneo para el A6 Allroad. La comodidad de sus suspensiones neumáticas, el suave funcionamiento del cambio DSG., y la práctica ausencia de ruidos aerodinámicos hace que circular a 120-130 km/h sea algo realmente placentero, si bien puede llegar a aburrir ante tanta ausencia de complicaciones. Durante la semana que disfruté el coche, realicé un viaje de ida y vuelta Madrid-León íntegramente por autopista (A6, AP6 y A66). El consumo medio de ida fue de 7.8 l/100 km y el de vuelta de 7.5 l/100 km, viajando tres personas con dos maletas tipo cabina de avión. Para que cada uno saque sus conclusiones, el consumo de ficha extraurbano es de 5.5 l/100 km.
En el trayecto hacia León probé durante unos 50 km a viajar con el modo confort en lugar del automático, sin que hubiera ninguna diferencia percetible ni en consumos ni en comodidad de rodadura. Por las carreteras secundarias del norte de la provincia de León (N630, LE473, LE311…) probé el coche en configuración dynamic. Alternando zonas con curvas, desniveles y zonas llanas, el consumo medio en esta zona se sitúa entre 8.5 y 9 l/100 km, incluyendo en estas mediciones algunos tramos de “dar rienda suelta” al acelerador.
Definitivamente el Audi A6 Allroad no es un coche pensado para disfrutar en conducción dinámica. La caja de cambios en modo S alarga las marchas y permite extraer más jugo de los 204 CV del motor, pero el gran peso y tamaño del coche hace que no dé sensación de agilidad en ningún momento. Además, la dirección informa poco y no resulta muy directa, por lo que no disfrutamos realmente de la carretera y no sabemos cómo vamos pisando con exactitud. Al menos, la posición dynamic endurece las suspensiones de forma contundente y no se aprecian balanceos excesivos, si bien los cambios de apoyo se dejan notar mucho y aconsejan reducir el ritmo antes de que la mole de casi 2 toneladas que llevamos.
Llegamos por fin al apartado clave para distinguir a un Audi A6 Avant de Audi A6 allroad: la conducción fuera del asfalto. Tal y como anoté en la primera parte, el coche de pruebas monta unas llantas de 20 pulgadas nada recomendables para practicar conducción en caminos de tierra, pero aún así nos hemos atrevido a hacer pinitos en caminos de tierra, utilizando el modo offroad de conducción que eleva la altura en 35 mm.
La tracción total del coche hace que no se pierda adherencia en los caminos empedrados y polvorientos por los que probamos las aptitudes camperas del coche, pero ni siquiera la mayor altura libre en posición offroad permite obtener unos ángulos de ataque y salida suficientes para atreverse con desniveles grandes, baches profundos o zonas complicadas. De hecho, mis intentos de afrontar varias pendiente complicada fueron nulos ya que el parachoques frontal rozaba con el suelo; el voladizo terminado en pico se antoja demasiado bajo para terrenos complicados.
En definitiva, el Audi A6 Allroad es un coche que permite salir de la carretera siempre y cuando se vaya a circular por caminos de tierra o nieve que no tengan muchos desniveles o baches, ya que es fácil rozar abajo con el coche incluso en su posición más elevada. Para quien desee un excelente coche de carretera con facilidad para circular por caminos, este es un coche ideal, ya que la tracción quattro cumple con nota, pero es completamente desaconsejable aventurarse por pendientes pronunciadas o zonas muy bacheadas.
Llegamos al final de esta prueba para recapitular las bondades y desventajas de este coche. Tras haber convivido una semana con este coche, recomendaría este coche para quien vaya a realizar la mayor parte de sus kilómetros en autopistas o carreteras nacionales con alguna pequeña escapada a la montaña, la nieve u otras zonas de acceso difícil pero no muy complicado. La comodidad de este coche en viajes largos es impresionante, y tiene unas posibilidades de configuración del chasis muy amplias.
Por otra parte, su manejo en ciudad resulta más difícil debido a las grandes dimensiones del coche, que entorpece callejear e incluso aparcar debido a que se necesita encontrar una plaza muy amplia. Además, los consumos en ciudad se disparan. Otro gran inconveniente que podemos achacar es el precio; el Audi A6 Allroad 3.0 V6 TDI S-Tronic de 204 CV tiene un precio de partida de 60.200 euros, pero todas las opciones montadas en la unidad de pruebas hacen que la factura final se dispare hasta más de 75.000 euros.
Quien desee un coche con más prestaciones offroad en ese rango de precios, debería optar por alguno de los SUV grandes premium existentes en el mercado. Las versiones diésel más básicas del Mercedes ML o el BMW X5 tienen motores similares, rangos de precios parecidos y al menos ofrecen una altura libre mayor. Sin embargo, la comodidad a la hora de viajar en el Audi A6 Allroad se antoja superior a la de dichos SUV ya que cuenta con una carrocería más baja, menos sensible a balanceos.
Puntos a favor:
- Comodidad excepcional en carretera
- Tracción total y configuración de suspensiones offroad para salir fuera del asfalto con garantías
- Diseño imponente
Puntos en contra:
- Precio muy elevado
- Grandes dimensiones y elevado consumo para la ciudad
- No sirve para conducción offroad complicada
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