No es porque Aaron Paul sea uno de mis actores favoritos desde su papelón en Breaking Bad. Tampoco porque por primera vez vayamos a ver una persecución, y sin pixelar, en la que estará involucrado un Bugatti Veyron Super Sport. Ni porque el elenco de coches incluya al Lamborghini Sesto Elemento, el Saleen S7, el McLaren P1, el GTA Spano y hasta un Koenigsegg Agera R volador. O tal vez sí, por todo eso y mucho más estemos deseando ver la adaptación a la gran pantalla de una de las sagas de videojuegos más famosas de todos los tiempos, Need For Speed: la película. Incluso a sabiendas de que todos esos superdeportivos serán, por suerte, réplicas.
Aún tendremos que esperar a la próxima primavera para verlo, pero en cualquier caso Need For Speed ya ha logrado captar nuestra atención y de qué manera. El guión girará en torno a la historia de Tobey Marshall, interpretado por Aaron Paul que tras dejar de cocinar metanfetamina en la famosa serie de televisión, dará vida a un ex-convicto corredor callejero vengándose de aquellos que lo encarcelaron por un crimen que no había cometido.
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Estamos por lo tanto ante una película al más puro estilo Hot Pursuit y Most Wanted, sin todo el óxido nitroso, las llantas de espejo y las horteradas que pusieron de moda en la saga cinematográfica The Fast & The Furious y las propias entregas de Need For Speed Underground. Nos sorprendería que estuviéramos ante un peliculón, un trabajo aclamado por la crítica, pero seguro que merecerá la pena para desconectar durante unos segundos las neuronas y disfrutar de un derroche de adrenalina, caballos y muchos millones de euros en superdeportivos.
Hablando de millones. Sus creadores deberían añadir un “disclaimer” con el mensaje de “ningún deportivo fue herido durante el rodaje de esta película“. De otra forma alguno podría salir con mal cuerpo al ver máquinas de la talla de un Agera R volando en llamas por los aires. Según parece todos los deportivos empleados en el rodaje, y no solo los que acaban destrozados, eran réplicas muy logradas de los deportivos originales.
Fuente: The Need For Speed
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