Como mi compañero David Clavero nos adelantaba hace ya unos meses, Caterham comenzará pronto su andadura como fabricante de volumen. La expansión empezará por un crossover deportivo, que será desarrollado entre Alpine/Renault y Caterham. En estos momentos, Caterham no dispone ni puede disponer de unas instalaciones productivas suficientes para el montaje de este SUV, por lo que su producción sería posiblemente subcontratada a Renault. Se estima que sólo el 10% del montaje será efectuado por Caterham.
Es decir, puede que no mucho más que el acabado o el habitáculo. El “leasing” de plataformas e instalaciones productivas de otros fabricantes podría ser un win-win para la joint-venture y ahorraría millones de libras a Caterham. La noticia acerca de la expansión de Caterham ha sido acogida con gran entusiasmo, quizá porque la idea de conducir un Caterham más práctico pero con todo el sabor de siempre tiene un innegable atractivo. Aún así, es un proyecto con grandes riesgos asociados. Que se lo pregunten a Lotus…
Para un fabricante de tan pequeña escala como es Caterham – apenas mueve unos cientos de unidades anuales, facturando unos 30 millones de euros anuales – el desarrollo de un nuevo vehículo de producción masiva va a requerir un severo endeudamiento, a pesar del excelente planteamiento del proyecto. Aunque su partner – Renault en este caso – tenga la capacidad financiera para este desarrollo, es evidente que tendrá que haber un desembolso por parte de Caterham, y posiblemente muy cuantioso.
Todo está muy en el aire, aunque Tony Fernandes – CEO de Caterham, AirAsia y amigo íntimo de Richard Branson – cree que el futuro de Caterham es sólido. Aún está por ver el resultado de la JV entre Caterham y el Grupo Renault (léase Alpine), donde sinceramente espero el resultado sea algo más que un “Captur by Caterham” con diferentes emblemas. Una marca como Caterham no debe dejar de un lado su ADN, traicionando a su base tradicional de clientes y dejando indiferentes a una nueva generación de clientes en la que les va una gran apuesta.
Según parece, el primer modelo de esta joint-venture incorporará rasgos del Caterham AeroSeven, como puede verse en la recreación publicada recientemente por Autocar, respetando el tradicional esquema de colores de la marca. Este hipotético SUV no sería lanzado antes de 2015 o 2016, y combinaría la estética del AeroSeven con una dinámica a un alto nivel y una practicidad correcta. Sólo espero que sea un proyecto bien planificado y la empresa pueda asumir un éxito menor al esperado.
Quién mucho abarca poco aprieta: el refrán nunca ha sido más duro si nos acordamos de cuando Lotus quiso jugar a ser Ferrari.
Fuente: Autocar
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