Ford acaba de anunciar su enésimo intento por revitalizar su sección de lujo en Estados Unidos, Lincoln Motor Company. Y qué mejor forma de convencer al personal de que sus productos son lo suficientemente modernos y equipados como dejar en ridículo, o así lo pretende su última campaña publicitaria, a los que de verdad dominan desde hace años, o incluso décadas, la categoría del automóvil premium y de lujo en las Américas. En efecto Lexus se ha convertido en el blanco de todos sus ataques.
Lincoln necesita mucho más que una campaña publicitaria directa y sin complejos para demostrar que son un nuevo rival a batir. Desde finales de los años ochenta Lexus ha campado a sus anchas en los Estados Unidos con un arranque comercial sin parangón que hoy se estudia en las escuelas de negocios. Y desde entonces marcas como Cadillac o Lincoln no han podido hacer otra cosa que perseguir a sus rivales de Lexus, los cuales apenas necesitaron unos años y un par de productos para cambiar la imagen del utilitario asequible que hasta entonces se tenía de Toyota, y a sus rivales germanos, los que a día de hoy junto a Lexus dominan su categoría.
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El protagonista de esta campaña publicitaria será el Lincoln MKZ, una gran berlina de 4,93 metros comparable con el Lexus ES. Lincoln destaca algunos de los elementos disponibles en su producto que un cliente no podría hallar en un Lexus ES, la suspensión adaptativa de serie, el mayor techo panorámico practicable, cinturones de seguridad con airbag integrado en las plazas traseras o incluso un híbrido más eficiente.
Como no podía ser menos, el target de esta campaña es el de parejas jóvenes y aparentemente felices, nada que ver con la media de edad al filo de los 60 años (true story) de los clientes que se han decantando por un Lincoln en los últimos años. Lincoln necesita frescura que va más allá de ofrecer cinturones de seguridad con airbag o un híbrido que recorra cinco millas extra por galón según la EPA. Lincoln necesita nuevos productos que vayan más allá de dos berlinas, dos SUV compactos y un inmenso SUV. Cadillac tiene coupés, deportivos, familiares y hasta eléctricos. Lexus además tiene híbridos que se apoyan en la archiconocida tecnología de Toyota. Los alemanes… los alemanes tienen de todo.
Y aún así me congratula esta campaña de publicidad porque, en los tiempos de lo políticamente correcto, Lincoln nos demuestra que aún se puede hacer marketing directo y hacerlo bien.
Un último apunte. Así quedó el Top 10 de fabricantes premium y de lujo en los Estados Unidos en 2012 (datos de Motor Authority y World Street Journal):
1. BMW: 281.460 unidades
2. Mercedes-Benz: 274.134 unidades
3. Lexus: 244.166 unidades
4. Acura: 156.216 unidades
5. Cadillac: 149.782 unidades
6. Audi: 139.310 unidades
7. Infiniti: 119.310 unidades
8. Lincoln: 82.150 unidades
9. Volvo: 68.117 unidades
10. Land Rover: 43.664 unidades
Fuente: Lincoln
En Diariomotor: Lincoln podría sumarse a la batalla por el segmento de las berlinas compactas premium
