Los que nos seguís desde nuestras redes sociales (en Facebook y Twitter) ya estaréis al tanto de que durante esta semana estuvimos de viaje por Corea del Sur para conocer mucho más de cerca el trabajo de Hyundai, para su país de origen y por supuesto para el nuestro. Por lo tanto ya os adelantamos que en los próximos días tendremos mucho que contaros, sobre Hyundai y – por extensión – sobre su hermana melliza Kia, también sobre la cultura coreana y sobre el parque automovilístico de Seúl y más concretamente del barrio más chic, business y esnob de la capital, el distrito de Gangnam. Visitamos fábricas, acerías, los pasajes más recónditos e inaccesibles de su cuartel general y sus centros de I+D y Diseño y además conocimos su estrategia pasada, de presente y por supuesto de futuro, que será lo que os empezaremos a contar.
Hace tan solo unos años, cuando hablábamos de Hyundai en Europa lo hacíamos refiriéndonos al turismo económico, el que destacaba por un precio accesible con el que hacerse un hueco en un mercado con líderes sólidos de Alemania, Francia e Italia y marcas asentadas desde hace décadas procedentes de Estados Unidos o Japón. Hoy en día no nos ruborizamos a la hora de postular a un coreano, un Hyundai, como la alternativa ideal a aquellos que durante muchos años han sido los referentes de su segmento. Ya no serán tan baratos como antaño, pero al menos han impuesto un estándar de calidad percibida y ciertas características peculiares – como su diseño – con los que desmarcarse de sus rivales. ¿Cómo se ha producido este salto cualitativo?
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A la hora de hablarnos de su estrategia de futuro Hyundai nos presentaba algunos vídeos un tanto sorprendentes. Vimos de nuevo uno de los virales más populares de los últimos años, con un Martin Winterkorn (CEO de Volkswagen AG) sorprendido y hasta irritado por algunos detalles de calidad del i30 (en este caso la suavidad del sistema de ajuste en altura y longitud del volante). También un estrafalario anuncio de un Veloster bailando, que por suerte quedará en Asia y también de estrategias comerciales un tanto peculiares que realmente serían incomprensibles en Europa. Todo ello gira en torno a la certeza de que estamos ante una marca que ha sabido comprender las necesidades de cada mercado y, con el tiempo, invertir lo necesario para ofrecer el producto idóneo para el cliente de casa, para el estadounidense, para el brasileño y, por supuesto, también para el europeo.
Esa estrategia particular para cada mercado en el campo comercial se hace presente también en la lógica del desarrollo y el diseño de los productos. Así nos lo hicieron saber Casey Hyun, responsable de creativos y del diseño del último Sonata, el YF, y el Vicepresidente del departamento de diseño, Byung Seob Lee.
Hyundai es esencialmente una marca de productos globales, con la excepción de algunos modelos determinados. Y aún así, los modelos destinados a cada mercado tienen diferencias en ocasiones menores y en otras más importantes. Por otro lado, la presencia de centros técnicos internacionales, como en Michigan o en Frankfurt (Alemania), permite que estos puedan llevar la voz cantante en el desarrollo de productos privilegiados en sus fronteras. Y efectivamente podemos asegurar que los últimos i30 e ix35 han sido condimentados con el sabor europeo, como el Santa Fe ha centrado su posición en la herencia del todocamino norteamericano.
Hyundai Elantra USA (2012)
En los años 60 Hyundai nacía ensamblando kits del Ford Cortina y en 1976 nacía el primer turismo coreano, el Hyundai Pony diseñado por Giugiaro y comenzaban las exportaciones a Ecuador. En 1990 abría su primer centro de diseño en California y en 2003 el Centro Técnico de Michigan. Resultado: Genesis como North American Car of The Year en 2009 y Elantra en 2012. Aunque Hyundai basa la mayoría de sus operaciones en Brasil en una importadora local, no dudaron en desarrollar un producto concebido según las necesidades del país, el HB20, segmento B, motor pequeño y flexi-fuel (de etanol). El HB20 ha sido el Coche del Año en Brasil en 2013.
Hace diez años nacía el centro técnico de Rüsselsheim y desde entonces Hyundai Motor Company ha seguido fichando a expertos de la industria del automóvil en Europa. Ahí tenemos a un tal Peter Schreyer, que pasó de diseñar Audi y Volkswagen a tomar los mandos de la nueva estética de Kia, más tarde convertirse en el primer presidente no-coreano de Kia y ahora dirigir la estrategia de diseño de Hyundai y Kia, con la importante labor de definir el rumbo y la diferenciación que tomará cada marca (de esto hablaremos más adelante).
Sabemos que un galardón como el coche del año requiere algo más que la calidad y la excelencia de un producto, también exige una buena labor de comunicación que traspase fronteras. Aunque lo digan con la boca pequeña, Hyundai Motor Company quiere refrendar su crecimiento en Europa alcanzando hitos, hitos como un Coche del Año en Europa. Es cuestión de tiempo que lo consigan…
Y te preguntarás, ¿cómo va a seguir mejorando Hyundai la calidad de sus productos? Sabemos que Hyundai está como mínimo al nivel de sus rivales generalistas, pero su determinación les lleva a aspirar a algo más. Hyundai no pretende lanzar una filial premium ni equipararse con Audi, BMW y Mercedes-Benz en Europa, lo cual sería demasiado presuntuoso, pero sí destacar por la calidad percibida de lo que ellos denominan el “nuevo premium” o el “premium moderno” e ir más allá de los aspectos más evidentes que nos invitan a reconocer la calidad de un coche.
Hyundai quiere evitar dichosos rebabas, también en aquellos lugares inaccesibles como debajo de los asientos. Hyundai quiere que metas la mano en los bolsillos de las puertas y encuentres moqueta. Son conscientes de que los europeos sabemos apreciar estos detalles. Hyundai quiere un proceso de producción y ensamblado perfecto y de eso os hablaremos más adelante con lo que pudimos comprobar en sus fábricas en Corea del Sur.
En los próximos años también deberíamos asistir a importantes cambios en la estrategia de posventa y la atención al cliente, con una mayor supervisión de las centrales internacionales sobre sus concesionarios oficiales e incluso de los cuarteles de la marca en Seúl. Tal vez haya que incentivar las pruebas de los clientes antes de una venta y hacer que este se sienta especial cada vez que cumpla con las labores de mantenimiento periódicas o acuda a realizar una reparación. Lo importante es que eso no implique un incremento de los costes.
Hyundai Equus aparcado en las calles de Seúl
Y con todo lo dicho Hyundai no quiere ser premium, pero sí lograr la posición que para muchos ha ostentado Volkswagen durante tantos años. He aquí una de las razones por las cuales nos podemos olvidar de ver por nuestro continente modelos que arrasan en Corea, como el Genesis o el Equus, o una revolución comercial para el Genesis Coupé.
El resto de razones por las cuales el concepto “premium” puro y duro de Corea del Sur no encaja con Europa, y por lo tanto Hyundai rehuye la posibilidad de traernos estos modelos, las veremos en los próximos artículos que os tenemos preparados.