Me gustan los superlativos, y en Diariomotor ya hemos tenido varios: el tractor más grande del mundo, la grúa motorizada más grande del mundo o el vehículo más grande del planeta, el inabarcable Bagger 288. Desde Alemania nos llega ahora la moto de producción más grande jamás creada. Tiene un motor similar al de un avión, pesa más de media tonelada y su cilindrada supera a la de algunos muscle car clásicos. Y lo mejor de todo: perfectamente matriculable. Ante ustedes, damas y caballeros, la Leonhardt Gunbus 410.
Como buena custom – a escala XXL – la Gunbus 410 descansa sobre un chasis artesanal, construido con robustos tubos de acero. De no ser por su tamaño, sus proporciones no difieren en demasía de las de máquinas como una Harley-Davidson Sportster 883. Lo que más llama la atención de esta moto son sus enormes neumáticos Rigdon fabricados en Alemania. Su tamaño es de 42 pulgadas para el eje trasero y 38 pulgadas para el delantero. A pesar de su enorme altura de 1,48 metros, la altura del asiento al suelo es normal.
Extrema, más extrema, la más extrema: Gunbus 410
Sólo 800 mm, la típica en una moto convencional. De acuerdo, el piloto debe estirarse bien sobre el tanque de combustible, pero debería poder conducirse como una moto convencional. Si olvidamos el ligero inconveniente del peso. Más vale que tengamos unas piernas fuertes: al parar en un semáforo estaremos sentados sobre una máquina que pesa 650 kilos en vacío. Una pequeña inclinación que nos desestabilice e iremos al suelo. No me gustaría quedarme atrapado bajo una moto más pesada que un Seat 600.
Su conducción debe ser también bastante diferente a la de una custom convencional. Su motor es un enorme V-Twin que recuerda al motor radial de un avión de principios del Siglo XX. Dos gigantescos cilindros a 45 grados cuya cilindrada combinada es de nada menos que 6,7 litros. Sí, es una cilindrada superior a la de un Chevrolet Camaro SS de 432 CV. Entonces… ¿qué potencia tiene la Gunbus 410? Unos inofensivos 350 CV, con un par máximo de 710 Nm a 1.900 rpm. No quiero imaginarme las vibraciones…
El ralentí es muy bajo, y el sonido de su escape artesanal tiene que ser demoledor. Atentos al detalle de la toma de aire para el propulsor, al lado izquierdo. Su equipo de frenado sí es parecido al de cualquier moto de calle, con doble disco delantero de 310 mm de diámetro y un sólo disco de 310 mm en el eje trasero. Su caja de cambios es secuencial de tres relaciones, y disponde de marcha atrás. A nivel prestacional no supera a motos deportivas, que con la mitad de potencia pesan tres veces menos.
No será una moto ágil ni sencilla de conducir, pero esta bestia artesanal atrapará mil veces más miradas que una Ducati 1199 Panigale, sin duda alguna. Esta moto ya lleva años entre nosotros, pero según informa Mas Moto, Leonhardt Manufacturing está aceptando pedidos de este leviatán, matriculable para carretera.
Fuente: Masmoto.net
Más información: Leonhardt
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