Amor a primera vista. Es lo que sentí la primera vez que me encontré en persona con un Daihatsu Copen, un diminuto roadster más corto que un Renault Twingo, de aspecto retro y motores tan modestos como los empleados por los famosos kei car, esa suerte de turismo-cuadriciclo tan popular en Japón. Por esa misma razón me daba incluso pena el cese de su comercialización hace ahora un año e incluso hasta un poco de rabia por que el Copen se fuera sin tan siquiera haber desembarcado en Europa.
Pero aquellos que quedasen prendados con la filosofía de este atípico descapotable de bolsillo pueden estar de enhorabuena. El próximo Salón de Tokio, en solo tres semanas, levantará el telón de los nuevos prototipos Daihatsu Kopen, un adelanto de la nueva generación de este kei car descapotable que regresará al mercado japonés el próximo año. Como veremos a continuación su filosofía seguiría intacta, pero lo más notable será la evolución estética hacia un producto muy moderno y sin ese toque retro de su predecesor.
Daihatsu ha dispuesto de tres prototipos que ofrecen unas pinceladas de los rasgos de la nueva generación del Daihatsu Copen. Lo más destacado sigue siendo su diseño robusto, sus dimensiones contenidas y un minimalismo, que ya no lo es tanto con la incorporación de unas llantas generosas y un diseño de parrilla, faros y pasos de rueda mucho más atrevido y equiparable a la estética que han impuesto en los últimos años los fabricantes del País del Sol Naciente.
El prototipo Daihatsu Kopen se presenta por lo tanto en tres sabores, dos de ellos muy distinguidos, los cuales se aprecian en naranja y azul, y un tercero con estética de crossover. En este último se ha optado por revestir la carrocería, de forma casi obsesiva, con abundantes plásticos negros que se extienden por los bajos, los pasos de rueda y el capó. En cualquier caso este toque “campero” aparenta ser una mera formalidad estética, puesto que no se aprecia que las suspensiones se hayan elevado para tal funcionalidad.
El antiguo Daihatsu Copen era el automóvil perfecto para los paseos del fin de semana, pero también una solución realmente práctica en las urbes de Japón. Pensemos que, con su motor tricilíndrico de 659 cm3, el Copen recibía la calificación fiscal de kei car, con todas las ventajas que eso conlleva. Su mayor handicap era una potencia muy limitada, de solo 63 CV, que por otra parte era más que suficiente para mover con garantías un automóvil que apenas marcaba en la báscula algo más de 800 kilogramos. Fuera de Japón se llegó a comercializar con un motor más potente, un 1.3 DVVT DOHC de 16 válvulas y 83 CV.
Sinceramente es una lástima que la coyuntura de Daihatsu en Europa sea tan limitada y que la idiosincrasia de este continente no tenga nada que ver con la de la sociedad y la cultura japonesa. En Europa también hemos tenido nuestros cabrios modestos, véase el Renault Wind, una filosofía de culto que por desgracia no suele ser viable para los fabricantes por lo reducido del nicho al que representa.
Fuente: Daihatsu vía Car Advice
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