La policía del emirato de Dubai parece empeñada en amasar una colección de superdeportivos que deja en ridículo a la de algunos poderosos jeques. Su flota cuenta con un Chevrolet Camaro SS como coche de batalla, ya que después han decidido comprar un Ferrari FF, un Aston Martin One-77 y un Bugatti Veyron, entre otros utilitarios. Pecata minuta, en definitiva. Al contrario de lo que se piensa, el emirato de Dubai no tiene petróleo, pero es el centro financiero de Oriente Medio, una de las capitales mundiales del lujo y un emporio turístico. El dinero fluye.
La última incorporación a la flota de la policía dubaití es un todoterreno. Pero no un todoterreno cualquiera, es un Brabus B63S Widestar 700, un radical Clase G de Mercedes preparado por Brabus. La base no es otra que un Mercedes G 63 AMG, cuyo motor 5.5 V8 Biturbo entrega de serie unos más que respetables 544 CV. Ha sido presentado al público hoy mismo, en el Salón Internacional de Dubai, junto a otras tres adiciones a esta flota: un Mercedes SL 63 AMG, un Nissan GT-R y un segundo Audi R8.
Dubai, el brazo millonario de la ley
Esta preparación de Brabus lleva la potencia del propulsor hasta los 700 CV, un incremento de 156 CV sobre las cifras de serie, con un par máximo cercano a los 1.000 Nm: 960 Nm limitados electrónicamente. Una monstruosidad de motor, que debe mover una carrocería muy pesada y tan aerodinámica como un ladrillo. Las prestaciones son aún así más que buenas: 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y una punta de 240 km/h. Si hay que perseguir a un maleante conduciendo un Lamborghini ya sacarán el Veyron del garaje.
El resto de elementos del Clase G no difieren del B63S Widestar 700: un kit de carrocería ensanchado, diferentes adornos estéticos, llantas de 23 pulgadas de diámetro y un interior premium, con todo tipo de lujos. La suspensión adaptativa Dynamic Ride ha sido también retocada para las labores policiales. Este Clase G es parte del programa TUNE IT! SAFE del gobierno alemán, en el cada año se prepara un vehículo de policía, con el propósito políticamente correcto de compatibilizar la legalidad con vehículos de altísimas prestaciones. Parece ser que se han internacionalizado.
La policía de Dubai reconoce que estos coches juegan más un papel propagandístico y de imagen de cara al exterior que un papel de seguridad, a pesar de contar con todo el equipamiento que tendría cualquier otro coche de policía del emirato. Mantener una flota de exóticos de este calibre no debe ser en absoluto barato y me imagino que los policías del cuerpo se pelearán por conducir vehículos de este calibre. Definitivamente, creo que quiero ser policía en Dubai…
Fuente: autoevolution
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