No hace falta que repitamos que los cabrios no son solo para el verano. Es cierto que en estas fechas hay días desapacibles y lluviosos que disuaden a cualquiera de descapotar, pero el otoño también es una época perfecta para disfrutar a cielo abierto de un coche como el Opel Cabrio y contemplar la amalgama de colores, de terracota y ocre, que cubren los paisajes.
Podemos decir que con la llegada del nuevo Opel Cabrio, a secas, más conocido como Cascada fuera de nuestras fronteras, los amantes de los buenos descapotables pueden estar de enhorabuena. Opel regresa al cabrio con techo de lona, la solución de toda la vida, con un producto cargado de estilo, dos plazas traseras bastante espaciosas y ocupando el lugar de un esperado coupé que sigue haciéndose de rogar.
Por otro lado la marca alemana rehusa situar al Opel Cabrio en el lugar del antiguo Astra Twintop, de ahí su nueva denominación de modelo. Con cerca de 4,7 metros de longitud el nuevo Cabrio mezcla pinceladas de Astra y de Insignia, como veremos a continuación.
El nuevo descapotable de Opel crece a un segmento superior
Hay que decir que este Opel Cabrio tiene una gran presencia y ya desde un primer vistazo inicial nos recuerda que el descapotable de Opel ya no es un compacto, sus dimensiones delatan su naturaleza. Destaca su cara de Insignia, su diseño musculoso con un capó abultado, el aspecto de las defensas y detalles como la forma del área en el que se sitúan los faros antiniebla, el voladizo en la zaga y su elegante techo de lona esculpido a modo de extensión de la carrocería.
El Opel Cabrio se asemejaría más a lo que entenderíamos como un Insignia descapotable que a una socorrida versión descapotable de un compacto, como el Astra. Y esa sensación premium que evoca su aspecto se agradece, sin olvidarnos que su precio de partida se sitúa ahora en los 30.000 euros, similar al de un Volkswagen Golf Cabrio, aunque por sus dimensiones el Cabrio pretende estar más cerca de un BMW Serie 4 Cabrio o un Audi A5 Cabrio con un precio mucho más bajo que el de estos.
Opel apela también al legado de sus grandes descapotables, de modelos como el Kapitän y el Rekord. Aunque no sea un aspecto que vayamos a apreciar de manera evidente, la nueva plataforma del Opel Cabrio y la construcción de su carrocería habrían logrado que fuera un 41% más rígido a la torsión y un 27% a la flexión que el antiguo Astra Twintop.
La solución del techo de lona y cómo aunar practicidad y estilo
Como ya advertíamos desde el principio, el Opel Cabrio ha optado por un techo de lona. La cubierta textil vuelve por sus fueros en la categoría de descapotables, redundando en elegancia y manteniendo el estándar de seguridad gracias a los refuerzos que se aplican al marco de la luna delantera y a los pilares activos que se ocultan tras los reposacabezas traseros. No existen pilares adicionales que adulteren su silueta.
La operación de apertura y cierre se realiza en 17 segundos y a velocidades de hasta 50 km/h. El aislamiento acústico es bastante bueno para su condición, y la sonoridad bastante baja, especialmente si optamos por un motor de gasolina como el de 170 CV de nuestra prueba, suave y tranquilo sin más sobresaltos que la ostensible sonoridad del turbo. Un detalle muy práctico es que esta capota puede abrirse y cerrarse con el mando a distancia y evidentemente sin necesidad de accionar el motor (el sistema comprueba que la batería cuente con suficiente carga como para realizar la maniobra con garantías).
Para la capota de lona Opel ha desarrollado un diseño de capas con una cubierta textil exterior que preserva, en la medida de lo posible, la silueta de un techo rígido y una capa interior rígida que da consistencia a una estructura en la que se ha empleado magnesio para mantener su peso a raya. Originalmente la capota está decorada en negro, pero por 390 euros podemos optar por un tono burdeos Malbec, como la unidad que probamos, o marrón Mokka.
Calidad y una extensa dotación de extras para maximizar la experiencia descapotable
La sensación de calidad del Opel Cabrio en toda la gama es otro de los puntos favorables de este modelo. Los revestimientos del saplicadero son agradables al tacto y visualmente, también los ajustes y responden a lo visto anteriormente en el Insignia, este modelo estaría en una posición destacada entre los generalistas. Aún así algunos detalles deslucen el buen trabajo general, por ejemplo la construcción de la consola central en la que se integra el equipo multimedia y los controles del climatizador, el tacto del plástico no es nada bueno y los ajustes no están al nivel del resto de revestimientos de este Opel.
En España solo se comercializará con una versión Excellence bien equipada, que desde el modelo más básico contará con llantas de 18” y alternativamente de 19” (600-700 euros) y 20” (1.300 euros), así como tapizados en cuero perforado (1.250-2.750 euros).
De serie cuenta con climatizador bizona y dada su condición de descapotable existen algunos extras muy interesantes para maximizar sus posibilidades descapotado independientemente de la temperatura exterior y de que circulemos por la urbe o por autopista. El deflector de viento (290 euros), que se pliega y se oculta tras el respaldo de los asientos traseros, anula estas plazas pero su montaje apenas lleva un minuto. Este elemento también se ofrece en el Pack Excellence (994 euros con precio en promoción actualmente) junto con faros adaptativos AFL+ y equipo multimedia y de navegación Navi 600.
El volante calefactable se incluye en el Pack Drive Assist 1 (925 euros) junto con alerta de cambio involuntario de carril, alerta de colisión frontal, indicador de distancia de seguridad, sistema de reconocimiento de señales y el haz de luz inteligente. Por 685 euros también es recomendable recurrir a los asientos ergonómicos deportivos, que ya están calefactados y cuentan con 6 direcciones para conductor y copiloto. Los asientos de piel además de calefactados cuentan con ventilación de serie, nuestro mejor aliado para soportar el cuero sin capota en verano. Sinceramente son muy recomendables.
Un puesto de conducción más típico de una buena berlina que de un compacto
El puesto de conducción del Opel Cabrio nada tiene que envidiar al del Insignia. Eché en falta unos ajustes más deportivos, por ejemplo una posición más baja para la base del asiento, pero este Cabrio ha sido concebido para gozar de un puesto de conducción más propio de una gran berlina que de un coupé deportivo. Para un conductor de complexión media y 1,70 de altura, con la base del asiento en su posición más baja, la línea de ventanillas queda un poco alta. Se agradecen algunos detalles como la memoria de los asientos al abatir los respaldos para acceder a las plazas traseras y un sistema eléctrico que acerca el cinturón cuando plegamos el asiento para facilitar al conductor y a su acompañante el ajuste de este.
En definitiva este Opel Cabrio nos demostraría a lo largo de toda la prueba su verdadera condición de descapotable pensado para el confort y para paseos a cielo abierto y no para el enfoque más radical de un coupé deportivo.
El acceso a las plazas traseras es realmente cómodo para un descapotable como este. Pero lo mejor de todo es que estas dos plazas son bastante anchas y el espacio con que contamos para las piernas realmente holgado, visiblemente superior al de cualquier descapotable derivado de un compacto. Probablemente este sea el aspecto en el que más agradeceremos que el Opel Cabrio sea tan largo, con 4,7 metros de longitud. Lógicamente su altura es más limitada cuando circulamos con la capota cerrada.
Un maletero realmente espacioso que crece con la capota cerrada
No le pediremos peras al olmo, ni mucho menos, pero con sus 4,7 metros de longitud el Opel Cabrio goza de un maletero realmente generoso y sobre todo una boca de carga amplia y accesible. Con la capota abierta el maletero cuenta con un volumen útil de 280 litros, con un pequeño espacio junto al portón para maletas de mano y un volumen importante bajo el área que ocupa la capota (perfectamente delimitado por una bandeja móvil) en el que podemos guardar bultos poco voluminosos (por ejemplo las bolsas de la compra).
Con la capota cerrada basta inclinar la bandeja móvil para extender el volumen de carga a 380 litros, una capacidad nada desdeñable y superior a la que ofrecen la mayoría de descapotables. Por si no fuera poco los respaldos de las plazas traseras son abatibles en dos piezas al 50%. En ese espacio se encuentra la bolsa en la que se guarda el cortavientos y si retiramos esta podemos extender el maletero y alojar objetos muy largos, por ejemplo unos esquíes o una tabla de snowboard.
De momento si algo podemos destacar de este Opel Cabrio es la calidad apreciada y el punto práctico en el que este modelo supera a prácticamente todos los descapotables compactos, espacio en plazas traseras y maletero. Aguarda a la siguiente parte de esta prueba en la que os hablaremos de dinámica y motores.
En Diariomotor: Opel Cabrio. Gama y precios para España
Vídeo-presentación del Opel Cabrio
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