El programa COPO (Central Office Production Order) de Chevrolet nació a finales de los años 60 como una respuesta de fábrica a aquellos que deseaban tener Chevrolet adaptados a la competición desde fábrica, gracias a un enorme catálogo de opciones y modificaciones prestacionales. Es especialmente famoso el COPO Camaro del año 1969, especialmente adaptado al drag racing. Hace tres años Chevrolet revivía el programa COPO, con el mismo planteamiento que tenía en sus orígenes y un gran éxito.
Han fabricado 69 coches cada año – el número no es una casualidad – y para el MY 2014 la cifra será idéntica, con objeto de participar en las series NHRA Stock Eliminator y NHRA Super Stock. Preparados desde fábrica para machacar los registros en el drag racing, los compradores adquieren lo vehículos directamente a Chevrolet Performance, para después personalizarlos con un enorme catálogo de piezas opcionales y distintos motores. Se construyen a mano y son muy diferentes a los Chevy Camaro de calle.
Para comenzar, estéticamente no son demasiado diferentes, a excepción de un enorme power dome en el capó, diseñado para albergar compresores y sistemas de refrigeración varios. En el interior de estos coches se instala una jaula antivuelco reglamentaria y se vacía de equipamiento. La suspensión trasera es un multibrazo independiente en las versiones de calle, pero los COPO Camaro tienen en su lugar un eje rígido de calibre pesado, con un diferencial pensado para soportar los rigores del drag racing.
La gama de motores es de cuatro propulsores diferentes, diseñados con la idea de que cada comprador elija motor en función de la clase NHRA en la que va a participar. Hay tres motores atmosféricos, todos ellos en arquitectura V8 y con arquitecturas reforzadas para soportar la intensidad con la que se usarán. Sus cilindradas son de 350, 396 y 427 pulgadas cúbicas. Cifras icónicas en la historia de los V8 de General Motors, traducidas a 5.7, 6.5 y 7.0 litros de cilindrada en el sistema métrico.
Una versión sobrealimentada del motor V8 427 también existe como opción tope de gama, con un compresor Whipple de 2,9 litros acoplado sobre el motor. Todos ellos son construidos a mano por especialistas. La idea es que estos motores puedan también adquirirse por separado, como reemplazo de motores exhaustos o para disponer de la opción de varios motores en un mismo coche. Los usuarios de estos vehículos suelen saber “algo” de mecánica, y habitualmente modifican los coches y sus motores hasta extremos inimaginables.
Nos vemos en el drag-strip…
Fuente: Chevrolet
En Diariomotor: COPO Camaro, un drag-eliminator con garantía de fábrica