¿Alguno duda de que el Jaguar E-Type es uno de los deportivos más bellos que jamás se hayan creado? Cualquiera de nosotros daría lo que fuera por disfrutar del británico más ilustre y aún a sabiendas de que tendríamos que trabajar diez vidas para poder comprarlo y mantenerlo en el garaje, probablemente sería el mejor representante del coche ideal para salir a pasear los fines de semana. Pero eso no era suficiente para Paul Branstad, un propietario estadounidense que quería un E-Type, y descapotable, para viajar al fin del mundo, o al menos para recorrer toda Norteamérica.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que un Jaguar E-Type I Series descapotable no es el vehículo ideal para cargar las maletas. La trasera tipo fastback del coupé lo convirtió en uno de los deportivos más prácticos y espaciosos de la época, es más, incluso contó con una socorrida versión de 2+2 plazas, pero toda esa practicidad desaparecía si querías disfrutar de un E-Type a cielo abierto. Por esa misma razón, Paul solicitó a la empresa Classic Motor Cars un encargo muy especial. Su E-Type necesitaba un remolque con suficiente estilo como para que un precioso Jaguar de los años sesenta tirase de él.
Fue entonces cuando surgió la socorrida idea de recuperar la trasera de otro Jaguar E-Type accidentado para formar un tándem perfecto, algo así como un duplicado del coche. Pero si te piensas que la preparación se quedó ahí, estás realmente equivocado.
Paul Branstad estaba obsesionado con su Jaguar E-Type I Series, por supuesto descapotable. Si necesitaba espacio, lo ideal hubiera sido optar por un E-Type de comienzos de los 70, un V12, que fue empujado a crecer en más de 20 centímetros por la demanda del mercado de un E-Type más práctico. En vez de eso, reservó a Classic Motor Cars una preparación para mejorar el espacio a bordo de este I Series de los sesenta, ganar altura para la cabeza y para las piernas y rebajar la base del coche para acoger una rueda de repuesto de 16” y un depósito de 90 litros. Todas estas mejoras tenían que realizarse, por supuesto, sin romper la estética exterior original.
Dado que su propietario quería recorrer miles de millas por los Estados Unidos, también encargó toda una serie de elementos modernos de confort. Este Jaguar E-Type está dotado con aire acondicionado, dirección asistida, frenos mejorados, un cambio de cinco velocidades adaptado para cruceros en autopista y suspensiones más cómodas.
Si supiéramos lo que Paul Branstad ha invertido en su E-Type a medida, temblaríamos. Pero en cualquier caso no nos quepa la menor duda de que estamos ante uno de los E-Type, de sus primeras series, más prácticos y peculiares de cuantos se conserven actualmente.
Fuente: Classic Motor Cars
En Diariomotor: 50 años de Jaguar E-Type