El Ford Bronco fue en muchos sentidos uno de los últimos todoterreno de Ford, y al mismo tiempo uno de los primeros SUVs de la marca. Este nexo entre dos mundos aún permanece en el imaginario colectivo estadounidense desde que una mediática persecución con O.J. Simpson pusiese a su Ford Bronco en todos los telediarios de EE.UU. en 1994. Dicen que Ford dejó de producir el Bronco en 1996 debido a su mala reputación tras el incidente, pero quizá sólo sean las malas lenguas.
Sea como fuere, el Ford Bronco es un icono del mundo off-road que preparadores como Icon se han dedicado a remozar y homenajear en clave moderna. Una máquina que gana varios enteros tras ser modificado. Y si es modificado extensivamente como el Bronco de RK Motors, el resultado es espectacular. Se ha bautizado como “Operation Fearless”: “operación sin miedo”. Un nombre cuya elección no ha sido al azar, pues es un homenaje a un soldado estadounidense caído en Afganistán por parte de RK Motors.
Un soldado llamado Adam Brown, cuyo Ford Bronco de 1991 ha sido preparado por RK Motors y presentado a su familia. Las modificaciones son profundas. Estéticamente adopta un aspecto mucho más todoterreno, con enormes ruedas Nitto para la práctica del off-roading y una carrocería modificada a base de paneles de fibra de vidrio. El capó ha sido construido enteramente en fibra de vidrio, con pasos de rueda ensanchados. Una nueva calandra, con un nuevo paragolpes y un cabrestante ponen la guinda al pastel.
En la zaga las impresionantes modificaciones consisten en una enorme rueda de repuesto, un anclaje para un bidón adicional de gasolina y una jaula antivuelco, de necesaria instalación en la parte trasera del coche para la práctica del todoterreno. En el interior de este Ford Bronco se ha reemplazado el salpicadero por paneles de estilo militar, con color desértico e instrumentación de inspiración aeronáutica. Los asientos Corbeau tienen bordado el logotipo de los Navy Seals, cuerpo al que perteneció Adam Brown.
Mecánicamente, este Ford Bronco es diferente al vehículo que dejó la fábrica en 1991. Su motor ha sido reemplazado, pero todo se queda en casa: ahora monta el 5.0 V8 del Ford Mustang GT Boss 302, con una potencia de al menos 450 CV, y modificaciones como una nueva línea de escape o una admisión mejorada con filtro de aire K&N. La caja de cambios es ahora una Tremec T56 de seis relaciones. La suspensión sobreelevada es cortesía de BDS y es necesaria para pasar por encima de grandes obstáculos.
Fuente: autoevolution
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