Llegamos a la última parte de la prueba del Renault Captur tras haber visto en las dos anteriores entregas una descripción del diseño y la habitabilidad del coche, y las conclusiones de las diversas pruebas dinámicas realizadas. En esta última parte analizaremos el precio de la unidad probada y veremos qué otras posibilidades ofrece la gama Captur al comprador en el mercado español.
Tras las impresiones mostradas, la conclusión a la que llegamos es que se trata de un modelo pensado esencialmente para la ciudad. Su reducido tamaño y su maniobrabilidad resultan muy favorecedoras para un uso urbano. Aunque en carretera se defiende bien, el ruido del motor y de la aerodinámica desaconsejan este coche para realizar desplazamientos por carretera a menudo.
La personalización del acabado superior Zen se paga
Además, su atractivo diseño y sus capacidades de personalización convierten al Captur en una excelente opción para quienes busquen estética. Tal y como comentamos en la primera parte, la unidad probada destaca por lo llamativa que es, y es que Renault nos ha cedido una unidad vinculada al equipamiento más alto, que permite utilizar pinturas bitono y adhesivos. La pintura bitono es de serie, mientras que los adhesivos del techo diseño Arizona y las llantas de 17 pulgadas en color negro son opcionales (300 y 200 euros respectivamente). Las decoraciones interiores en naranja también son opcionales, a un precio de 100 euros.
La terminación de equipamiento Zen de esta unidad es la más completa e incluye un equipamiento muy nutrido (climatizador, control de velocidad, sensores de lluvia y luz, espejos plegables eléctricamente, volante de cuero). Lo que más se echa en falta es la ayuda al aparcamiento, ya que tanto los sensores como la cámara son opcionales. Además de los adhesivos del techo y las llantas en negro, el otro extra montado es el sistema multimedia R-Link, que tiene un precio de 590 euros.
El precio base del Renault Captur Zen dCi 90 es de 19.350 euros, pero todos los extras acumulados engrosan la factura final hasta los 20.935 euros. Se trata de una cifra importante para un coche de sus características pero, comparado con los otros niveles de equipamiento, los extras que añade el acabado Zen justifican bien su precio. El equipamiento intermedio Intens es 1.000 euros más barato pero no incluye elementos como el climatizador, los sensores de lluvia y luz, o las llantas de 17 pulgadas. Además, no puede montar el sistema R-Link ni en opción.
El Acabado básico Life tiene un precio de 16.850 euros con el motor dCi 90 pero no cuenta con climatizador, radioCD, conexión bluetooth, conexiones auxiliares de sonido, y no puede montar llantas de aleación ni en opción. Por supuesto, no hay que dejar de lado el motor gasolina TCe 90, que a igualdad de equipamiento 1.650 euros más barato que el diésel de 90 CV y puede ser una excelente alternativa para aquellos que no vayan a realizar muchos kilómetros al año.
El Renault Captur tiene buenos argumentos para posicionarse como una de las alternativas preferidas en el segmento de los miniSUV, y de hecho ya es uno de los más vendidos. Entre sus rivales, acabamos de publicar la prueba del Peugeot 2008 y en los próximos días veréis cara a cara una comparativa directa entre ambos modelos. Además, en las próximas semanas seguiremos analizando otras alternativas del mercado, entre las que destacan el Chevrolet Traxo o el Opel Mokka.
Fotografías de David Villarreal
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