En el año 2011 os ofrecíamos la prueba del Suzuki Kizashi, una berlina de corte deportivo lanzada por Suzuki en el año 2009 y que en nuestro mercado tenía una presencia muy testimonial. Desde Diariomotor quisimos comprobar a qué se debía el fracaso comercial de un coche que tenía buena pinta sobre el papel. Prácticamente todo el equipo pudimos ponernos al volante del coche y comprobar de primera mano sus virtudes y defectos.
En general nos convenció debido a su claro enfoque deportivo, con un manejo dinámico ejemplar que lo situaba como la berlina más deportiva del mercado, pero en su contra jugaban unos precios elevados para lo que suele ser Suzuki, un interior muy soso a pesar de estar muy bien rematado y una política de equipamiento muy cerrada. Estos aspectos, combinados con el catatónico estado del mercado automovilístico español y la poca experiencia de Suzuki con las berlinas del segmento D, han supuesto el fracaso absoluto del Kizashi en España.
En los principales mercados internacionales en los que se ha comercializado también ha resultado ser un gran fracaso, lo cual ha supuesto un problema importante en las cuentas de Suzuki puesto que la marca invirtió una gran suma de dinero en su desarrollo. Tras cuatro años en el mercado, aún se mantiene a la venta en la mayoría de países pero, al igual que en España, sus escasas ventas se deben mayoritariamente a unidades en stock con descuentos muy importantes.
El director de Suzuki Australia ha dicho que el Suzuki Kizashi es un coche desafortunado desde el lanzamiento. Apunta a que nunca se debió dar luz verde al proyecto, alegando que en el 2009 ya se sabía que las ventas de coches iban a pasar unos años delicados, pero sin embargo no ha criticado ni un solo ápice de su planteamiento en los mercados. Además, dice que ahora mismo no saben cómo manejar el resto de ciclo de vida comercial que le queda al modelo.
De hecho, nadie sabe a ciencia cierta cuándo Suzuki pondrá punto y final a la producción del Suzuki Kizashi, pero lo que sí está claro es que sus horas están contadas puesto que el propio directivo de Australia ha dicho que es muy difícil que lancen una segunda generación. Esta decisión se debe a que habrá que invertir una importante cantidad de dinero cuya rentabilidad no está clara, menos aún viendo cómo se ha comportado esta primera generación de modelo.
Fuente: WCF | Drive
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