Tengo serias dudas acerca de los esfuerzos recientes de Ford para afianzar su posición en Europa. Y mis dudas se fundamentan en productos que se retrasan demasiado y el desembarco de otros (Edge y Ecosport) que tal vez no sean la solución ideal para nuestro continente. El Ecosport lo probaremos esta misma semana, así que de momento nos reservaremos nuestro veredicto antes de este primer contacto. Y aún así, Ford ha dado un golpe en la mesa asegurándose de que el nuevo Mustang llegue oficialmente a los concesionarios europeos dentro de apenas un año. Y por si no fuera poco, en nuestra comparativa de pequeños GTI llegamos a la conclusión de que el Ford Fiesta ST es la nueva referencia de su categoría, la mejor forma de invertir algo menos de 22.000 euros.
Y cuando afirmamos que el lanzamiento del nuevo Ford Mustang 2015 es realmente ilusionante, no creo que nos dejemos llevar por la publicidad, por el halo de un icono que estará más cerca que nunca de los europeos. ¿Cuáles son las razones que nos llevan a estar tan ilusionados con el nuevo Mustang?
1. El primer Mustang global
Hasta ahora, si queríamos comprarnos un Mustang teníamos que recurrir a un importador. Ford pretende ahorrarnos los trámites y aunque probablemente el precio siga siendo alto, el hecho de poder contemplar al coche en algunos concesionarios Ford y la posibilidad de reservarlo, como si de cualquier otro modelo se tratase, en un centro autorizado, nos lo pondrá mucho más fácil a la hora de acceder al deportivo americano por excelencia.
La producción del nuevo Mustang para todo el mundo seguirá llevándose a cabo en Estados Unidos, en la planta de Michigan, y no está previsto que esta se traslade a otras factorías fuera de Norteamérica.
En cualquier caso, los entresijos logísticos y comerciales del nuevo Mustang son únicamente la punta del iceberg. Por primera vez Ford ha desarrollado un Mustang acorde con los gustos europeos, un coupé que por dinámica, y sin que aún lo hayamos probado, debería marcar un salto cualitativo frente a sus predecesores.
2. Una nueva filosofía para su dinámica que empieza en el chasis
La clave del nuevo Mustang la tenemos en su chasis y responde a las siglas IRS (Independent Rear Suspension). Ford quiere alejarse de la imagen que hasta ahora tenía su pony, la del coupé potente, brutal y rápido… en línea recta. Este es el primer cambio necesario para conquistar al cliente europeo, el que está acostumbrado a coupés tan versátiles y efectivos como un BMW Serie 3 (ahora Serie 4) o un Audi A5. La única forma de lograr que el nuevo Mustang fuera ágil y a la vez confortable, pasaba por eliminar el eje rigido posterior. Sobre si estará a la altura de sus rivales europeos, aún tendremos que esperar a conducirlo para determinarlo, pero está claro que Ford ha dado el primer paso para conseguirlo.
La utilización de suspensiones independientes en el tren trasero también lleva aparejado un nuevo hito, la mejora sustancial del espacio en las plazas traseras y el volumen del maletero, que según Ford puede acomodar sin problemas dos kits de bolsas para los palos de golf.
3. Savia nueva para las motorizaciones
Un buen Mustang sin un V8 atmosférico, jamás podría ser un buen Mustang. Ford sigue respetando la esencia de su muscle car preservando la presencia de un motor de ocho cilindros para el Mustang GT, atmosférico, con 5.0 litros de desplazamiento y 420 CV de potencia. Pero la clave para que este Mustang tenga éxito en Europa pasaba por un motor de acceso más asequible, austero en sus consumos y no penalizado por las normativas de emisiones que gravan a los turismos matriculados en Europa.
El nuevo Mustang seguirá contando con un V6 (probablemente no llegará a Europa) y con el anteriormente mencionado V8, pero a partir de ahora arrancará con un potente motor EcoBoost de cuatro cilindros, 2.3 litros de desplazamiento y una potencia sobre los 305 CV, que desarrollará un par superior al motor de seis cilindros actual y previsiblemente mejorará sus registros con el empuje extra del turbo.
Echaremos de menos la progresividad de un seis cilindros atmosférico, su suavidad y su sonido, para lo cual Ford tendrá que hacer un buen trabajo con el equilibrado del motor y la línea de escape. Para todo lo demás tendremos la posibilidad del V8 en el Mustang GT, pero ¿alguno duda de lo divertido que puede ser un Mustang sobrealimentado con 300 CV, independientemente de los cilindros que tenga su motor?
4. Una estética retro-moderna para satisfacer a todos
Con tantos cambios, Ford se enfrentaba a uno de los retos más importantes de los últimos años, diseñar un Mustang que pudiera satisfacer a todos y que por supuesto no decepcionase a sus clientes habituales, los que representarán un mayor volumen de ventas, las que se producirán en los Estados Unidos. La cabeza visible del diseño de Ford, Moray Callum, aseveraba que lo que buscaban era “un deportivo avanzado y tecnológico, no un Neandertal Americano”. Son conscientes de que Europa representará un pequeño volumen de ventas, pero difícilmente algún otro modelo podría suponer un revulsivo tan importante para la imagen de Ford en todo el mundo como este nuevo Mustang.
El Mustang 2015 ya se ha ganado críticas y halagos de nuestros lectores, pero en general podría decirse que la recepción del diseño de este nuevo Mustang ha sido bastante buena. Pensemos que Ford ha tenido que fusionar detalles muy modernos, como los juegos de llantas disponibles, el diseño de su parrilla o los faros y los grupos ópticos LED, con detalles muy clásicos, como su capó abultado, su zaga fastback o la superficie negra que recubre la tapa del maletero flanqueando los pilotos traseros con franjas verticales.
Si miramos atrás y buscamos un ejemplo de evolución, en términos estéticos, de un coupé que en 2014 cumplirá los cincuenta años, solo se nos ocurre un deportivo y se llama Porsche 911. Palabras mayores.
Fuente: Ford
En Diariomotor: Ford Mustang 2014, bienvenido a Europa | Mustang Cabrio 2015: el nuevo pony descapotable de Ford