¿Qué tiene la Nochevieja que a todos nos vuelve nostálgicos? La llegada del Año Nuevo es un momento oportuno para recordar lo mejor del año que se va, también para los refritos de cada Nochevieja, acordarnos de aquel año en el que nos narraron las campanadas con retraso o en el que, cumpliendo con la tradición, Miguel Gila y su teléfono hacían humor – quién sabe si autobiográfico – de sus batallitas en la Guerra Civil.
Nosotros también nos ponemos nostálgicos, retrocedemos a 1963 y recordamos a dos históricos de la industria automovilística española. En aquellos años en que la actualidad, ahora historia, se contaba en blanco y negro, con las melodías de Manuel Parada y la voz en off del NO-DO, la Metalúrgica de Santa Ana – más conocida como Santana Motor S.A. – y Barreiros Diésel S.A., eran dos de los mayores representantes del orgullo patrio, de una industria que cinco décadas después rebosa energía y pretende ser un oasis en una economía en recesión.
En 1963 la Metalúrgica de Santa Ana, en Linares, ya había pasado de fabricar maquinaria agrícola a hacer lo propio con automóviles todoterreno bajo licencia de Land Rover. Ya podemos imaginarnos que muchos quedarían maravillados con la capacidad de los Land Rover Santana para sortear obstáculos, subir pendientes o incluso adaptarse en unos minutos a los carriles de las vías de tren para sustituir a un vagón y circular a 100 km/h de crucero.
Si retrocedemos a 1961 podemos incluso encontrarnos con otro ejemplo más de la cuota de pantalla que ganó Santana en el NO-DO, en este caso para hablarnos del inicio de las exportaciones con Colombia y la apertura de líneas de exportación con otros países. La última década fue complicada para la fábrica de Linares, los problemas económicos y el fin de la relación con Iveco y Suzuki no fue resuelta mediante la gestión pública de la empresa, que acabó liquidándose en 2011 y aún está a la espera de encontrar una salida para los activos (las líneas de producción) de la antigua Santana.
En 1963 Barreiros Diésel acababa de formar una joint venture con Chrysler, que a la larga le costaría muy cara a la empresa de Eduardo Barreiros, para producir entre otros el famoso Dodge Dart. Aún así, el prestigio de Barreiros y el orgullo de la marca seguía estando en su producción de camiones, ágiles transportes todoterreno capaces de enfrentarse a condiciones realmente duras, como las que se aprecian en esta demostración para una misión comercial costarricense.
La historia de Barreiros ya la conocemos. Los compromisos con Chrysler (adquisición de kits de ensamblado y vehículos descatalogados) asfixiaron al emblema español, que acabaría en manos de Chrysler – primero – y finalmente en manos de PSA y ya sin Eduardo, su fundador. Aquella factoría que en los sesenta fabricaba el imponente Dodge Dart, sigue perteneciendo hoy en día a PSA, un vestigio de lo que fue Barreiros que tampoco atraviesa por un buen momento, a la espera de recibir la producción del nuevo Citroën Cactus.
Fuente: NO-DO vía Canal PasionPorElAutomovil de Youtube
En Diariomotor: Breve historia del Dodge Dart español y Barreiros Diesel