Hablar del Lancia Fulvia es hacerlo de uno de los coupés más deseados de todos los tiempos y, en cuanto a competición, del regreso de Lancia por sus fueros a la élite automovilística. El artífice de aquel resurgimiento fue Cesare Fiorio, un piloto que pasaría a responsabilizarse de la dirección del nuevo departamento Squadra Corse HF y que haría todo lo posible por impulsar la participación del Fulvia en carreras de muy diversa índole, aunque sus participaciones más sonadas llegarían en rallys.
La experiencia de las 24 Horas de Daytona de 1969, en la que los pilotos sufrieron de lo lindo por la atmósfera sofocante y el calor del habitáculo de aquel Fulvia en una carrera de resistencia, llevaría a Cesare y a su piloto Claudio Maglioli a idear una socorrida adaptación para solucionarlo. Ni cortos ni perezosos cortaron el techo del Fulvia y construyeron una suerte de barqueta que participaría en carreras con tanto renombre como la Targa Florio, Montecarlo, Mugello, Nürburgring y el Tour de Corse.
Pero ahí no termina la historia…
En aquellos años en los que Cesare Fiorio se encargó de defender a capa y espada la importancia de la competición frente a la cúpula de Lancia y en los que logró construir un coche competitivo y rodearse de jóvenes promesas que alcanzarían éxitos que superaban con creces lo que Lancia esperaba de su inversión, el equipo Squadra Corse HF trasladó sus cuarteles a la fábrica de la marca. Precisamente allí se construirían tres unidades sin techo de este exótico Fulvia, un icono que nada tiene que ver con el coupé que todos recordamos.
Para solucionar la pérdida de rigidez que conllevó la desaparición de su techo, los ingenieros tuvieron que trabajar en refuerzos varios para el resto de la carrocería. Por otro lado, y aprovechando que ya se habían involucrado en una completa transformación de los Fulvia originales, aprovecharon para recortar el chasis unos centímetros. Este Fulvia podía llegar a ser hasta unos 200 kilogramos más ligero el anterior, dependiendo del depósito que se escogiera (se hizo hueco para un depósito de alta capacidad).
Este Fulvia descapotable de apenas 690 kilogramos montaba un motor de 1.584 cm3 y 160 CV de potencia.
De aquellas tres unidades fabricadas, solo se conserva una, que cayó en manos de un coleccionista que lo restauró y lo preservó impecable, prácticamente como lucía antes de cada carrera a finales de los años 60. Su propietario falleció el año pasado y este Lancia Fulvia Spider busca dueño.
Esa unidad se subastará la semana que viene en el Salón Autosport International de Birmingham, donde se espera alcance cifras cercanas a los 300.000 euros. Una cantidad muy superior a la de algunos Fulvia de calle bien conservados o incluso preparados para rallys de clásicos, que estarán allí presentes y se subastarán por apenas 10.000 euros.
Fuente: COYS | Sitio oficial de Oscar Capellano
En Diariomotor: Prototipo clásico: Lancia Fulvia Coupé Concept (2003)