El Consumer Electronic Show (CES 2014) se ha puesto de moda entre los fabricantes de coches, pero si hay una tecnología que marca las diferencias, esa es la conducción autónoma. Tras el rotundo éxito de Audi el pasado año 2013 con su sistema de conducción autónoma para atascos y búsqueda de aparcamiento autónoma, BMW ha tirado la casa por la ventada y ha echado mano de su espíritu deportivo para subir el listón.
Dicho y hecho, BMW se ha colado en un circuito con un BMW serie 2 (M 235i) y un BMW Serie 6 Gran Coupé (M6 Gran Coupé) para demostrar hasta que punto han conseguido pulir la tecnología de conducción autónoma. Trazados en seco y en mojado, tramos de slalom y vueltas lanzadas componen un cóctel donde BMW dice haber conseguido plena capacidad para rodar al límite sin necesidad de que el conductor realice ni un solo gesto.
El vehículo autónomo puede ser deportivo según BMW
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Podemos catalogar como herejía unir conducción autónoma y deportividad, más aún cuando la deportividad se entiende dentro de un circuito. Pero BMW lo ha unido todo a conciencia para dar a conocer sus últimos avances en tecnología bajo el programa ActiveAssist desarrollados a partir de un BMW Serie 2 y un BMW Serie 6 Gran Coupé.
La firma alemana no ha pretendido amargarnos la mañana con esta idea, sino más bien mostrarnos hasta que punto la evolución de la tecnología ha conseguido mejorar. Rodar al límite cual videojuego está al alcance de muy pocos pilotos con la salud mental en seria cuestión, pero resulta mucho más sencillo para cualquier máquina.
BMW dice que puede hacerlo y lo ha demostrado. Ver a coches autónomos recorriendo nuestras calles todavía necesitará de alcanzar más allá de 2020, pero aunque el vehículo autónomo ya sea una realidad en esas fechas, rodar en circuito siempre estará sujeto a la condición obligada del placer de conducción y el control total de la máquina por parte del conductor.
A corto plazo veremos como esta primera muestra de BMW hará aún más fácil domesticar cientos y cientos de caballos. Un ejemplo de ello es el sistema de gestión independiente del agarre de cada rueda en combinación con un control dinámico de la dirección y la trayectoria, una tecnología que permite adaptar en tiempo real par motor y par de frenada junto a la dirección para controlar subviraje y sobreviraje de forma transpareten al conductor.
Fuente: BMW
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