El contexto que rodea a la escudería de Leafield es radicalmente diferente al de la mayoría de sus rivales. Fue el equipo que en el campeonato de 2013 ocupó el último lugar en la tabla de constructores, tras Marussia, y hoy es el día en que tanto Kamui Kobayashi como Marcus Ericsson, sus dos pilotos oficiales, han abonado dinero por sus respectivos asientos.
Caterham no está bien económicamente hablando no se prevé que lo esté en un futuro inmediato, y en consecuencia, su vehículo para este año, el CT05 que fue presentado en la tarde de ayer en el circuito de Jerez, es un monoplaza que en sentido estricto corresponde a otra liga, una muy diferente a la que disputan los RB10 de Red Bull, W05 de Mercedes AMG, el MP4/29 de McLaren o el F14-T de Ferrari, por ejemplo.
Así las cosas, el CT05 resulta ramploncete y sumamente tosco en líneas generales. Su diseño se ha limitado a albergar la voluminosa unidad de potencia de Renault y a cumplir escruplosamente la nueva normativa vigente durante este año 2014.
Lejos del dibujo sugerente del CT01 de 2009, el quinto exponente de la serie muestra unos pontones excesivamente rontundo en sus perfiles laterales y muy plano en la superficie superior de las mismas (llegan aproximadamente hasta la salida del escape único), que se inician con unas ventanas de aireación de los componentes internos bastante generosas de tamaño.
Esta volumetría central compromete todo el diseño, de forma que la nariz del coche se limita a tratar de compensar el inevitable drag que se va a originar en esa zona en concreto, presentando un morro tan resolutivo como feo, que consiste en dos soluciones afines y complementarias pero difíciles de asimilar al primer vistazo. La primera cobija la célula de seguridad y es por tanto horizontal manteniendo el escalón del CT04, aunque terminada en punta de flecha con águlo positivo. Y la segunda, que nace de la primera, supone un apósito a ésta, en cuña y perpendicular, cuyo extremo anterior es romo.
El ala anterior se une a la nose en base a la utilización de dos pequeños soportes verticales que son tan minúsculos, que apenas cobran relevancia en el conjunto.
Lo dicho, Caterham no busca en 2014 ni victorias ni grandes resultados, quiere sobrevivir un año más y a ser posible sumando más puntos que Marussia, y en este sentido, aunque muy cuestionable en términos aerodinámicos y estéticos, el CT05 puede ser la solución adecuada y sin duda, la más a mano posible.
En Diariomotor: Fórmula 1. Mercedes AMG nos enseña su W05 antes de hacerlo rodar en Jerez