Septiembre de 2012, Salón de Paris y MINI nos presenta una nueva reinterpretación de las líneas del clásico utilitario de la mano del MINI Paceman, dando así origen al segundo SUV de la marca tras el MINI Countryman apoyándose en esta ocasión, aún contando con la plataforma del Countryman, en un diseño coupé bajo un concepto al que desde la marca se denominó como SAC, Sport Activity Coupé.
Ahora nos ponemos tras el volante del MINI Paceman para contaros todos los detalles de este MINI convertido en SUV coupé, recurriendo para ello a la versión Cooper SD de 143 caballos y tracción delantera, la opción más potente disponible con este combustible, que parte en España desde los 30.200 euros.
Su diseño exterior, su habitáculo, su dinámica, su comercialización en España… ¡Arrancamos con la prueba del MINI Paceman Cooper SD!
El último MINI en llegar antes de la nueva generación
El MINI Paceman ha sido el encargado de poner fin a una generación de MINI, ha sido el último en lucir el lenguaje de diseño estrenado por MINI en 2006 en una actualización de la relanzada marca, que recordemos volvió a estar con nosotros en el año 2000.
Por ahora, MINI sólo nos ha mostrado a su nueva generación en versión “utilitario”, incluida la alternativa S y a un conceptual John Cooper Works, pero por supuesto no faltarán otras variantes de carrocería en esta nueva generación, incluida una nueva versión de 5 puertas dentro del segmento B. Si habrá un nuevo Paceman es todavía una incógnita, pero ya se ha hablado de que algunas de las versiones de la saliente generación no tendrán relevo en la nueva.
La nueva generación de MINI tiene unas cotas mayores con una mayor longitud, una mayor anchura y una altura ligeramente superior, siguiendo una línea estética conservadora respecto a la generación saliente, valiéndose de una importante dotación tecnológica encabezada por una nueva pantalla de 8.8 pulgadas que ocupa el emplazamiento donde antes se situaba el velocímetro central analógico, contando además con nuevas mecánicas, con la presencia de los nuevos bloques BMW de 3 cilindros.
Para conocer más del nuevo MINI no te pierdas el artículo “MINI 2014: a fondo. El nuevo MINI es el MINI de siempre, pero llega cargado de novedades”.
Su diseño: reinterpretando la fórmula del Evoque con toda la esencia Mini
Con el precedente en el segmento del MINI Countryman, el MINI Paceman se vale de una nueva caída posterior del techo como principal argumento estético, acudiendo a un diseño de SUV coupé para adentrarse en un frente a frente con el encargado de estrenar este segmento, el Range Rover Evoque, con quien por precio compite con esta motorización.
No cabe lugar a duda, miremos donde miremos, que estamos ante un MINI. El característico lenguaje de diseño está, como no podía ser de otra forma, perfectamente presente en el SUV coupé comenzando por las ópticas delanteras, su parrilla, las formas redondeadas en cada matiz de su carrocería…
Al natural, la caída posterior del techo realza un poco más de músculo en su zaga respecto al MINI Countryman , además de un nuevo diseño de las ópticas posteriores, y consigue levantar más miradas que este, aunque el cambio estético tampoco sea abrumador entre ambos. Se suman a los cambios la luneta posterior y las ópticas además del alerón integrado.
¿La principal baza de este MINI frente a otro SUV? Ofrecer a sus clientes esa sensación de no estar yendo en un coche “corriente”, de estar conduciendo un producto con una marcada personalidad, con un buen nivel de personalización y del que a pesar de que veamos bastantes, sobre todo en el caso del utilitario, cuente con un carisma especial respecto al resto de rivales del segmento.
Respecto a la alternativa Cooper, la versión SD, como también la S, añade un nuevo paragolpes delantero y una nueva parrilla. Sobre los pasos de rueda delanteros aparece una nueva salida de aire mientras que en la zaga aparece también un nuevo paragolpes aderezado por una doble salida de escape en lugar de una única salida de los Cooper.
En cifras, el MINI Paceman cuenta con una longitud de 4.115 mm, una anchura de 1.786 mm y una altura de 1.522 mm, contando con una distancia entre ejes de 2.596 mm y una altura libre respecto al suelo de 149 mm. Su peso es de 1.315 kg y su distribución es de un 39.4% sobre el eje trasero.
Su habitáculo: uno de los salpicaderos con más personalidad del mercado
La imagen exterior de MINI, de cualquier MINI de la ya extensa familia de modelos de la firma británica, es todo un icono… pero ¿y su interior?
En su interior podríamos afirmar algo parecido. La vista frontal del salpicadero nos deja con uno de los habitáculos más característicos de cuantos nos encontramos. Buena culpa de ello recae sobre el gran velocímetro analógico central que a su vez hace de centro multimedia y navegador… pero por supuesto no podemos perder de vista los detalles, los interruptores de diseño aeronáutico, su volante e incluso sus pedales cromados de diseño ovalado.
Sentados desde el puesto de conducción nos encontramos con un volante de tres radios con un grueso aro tras el que se sitúa en un pequeño reloj analógico el cuenta revoluciones y en un display el ordenador de abordo y el velocímetro digital, algo pequeño para mi gusto aunque necesario frente a un velocímetro analógico central más decorativo que funcional.
Los elementos de diseño redondeado pueblan el habitáculo desde los tiradores de las puertas a los aireadores, pasando por los altavoces firmados por Harman/Kardon y de una notable calidad, el volante o los botones. Irradia una buena dosis de calidad, el cuero de los asientos es bueno, los interruptores de tipo avión me gustan, como también me gusta el aspecto del sistema multimedia en la consola central, sobre todo iluminado de noche donde también destaca la iluminación ambiente cuya tonalidad podemos seleccionar entre una amplia variedad de tonos.
En la consola central nos encontramos los controles del sistema de sonido, el climatizador con una pantalla monocromática en naranja y los botones para la calefacción de los asientos, para desconectar el control de tracción, abrir y cerrar las puertas y el botón del modo “Sport” que como viene siendo habitual incide en la respuesta del acelerador.
Más allá de la consola central nos encontramos con un puente central al que MINI ha denominado “Centre Rail”, prolongable hasta las plazas traseras con un acabado en aluminio y listo para alojar diferentes tipos de elementos portaobjetos. En el caso de la unidad probada este rail de aluminio no superaba las plazas delanteras situándose sobre él el reposabrazos central, culminando con este puente los botones de control de la pantalla central, el freno de mano (de un particular diseño) y dos espacios para bebidas, además de la toma USB para el sistema multimedia.
La habitabilidad interior es bastante buena contando con un buen nivel de espacio tanto en las butacas delanteras como en las traseras, donde además al prescindir del puente central la sensación es mayor. Su nueva condición de SUV le da el privilegio de contar con un puesto de conducción más elevado.
El MINI Paceman sólo está disponible con una configuración de 4 plazas y entrar y salir de ellas no requiere de mayor esfuerzo que el de cualquier compacto de 3 puertas.
Respecto a su maletero, nos encontramos con un buen nivel de capacidad, en la línea de nuevo de un compacto, contando con una capacidad de 330 litros (el Countryman cuenta con una capacidad de 350 litros) repartidos entre la parte superior, con una superficie recta y sin formas que dificulten la carga y un doble fondo, siendo los asientos traseros abatibles para lograr una capacidad superior a los 1.000 litros.
Como principal pega, frente a baches y unido a un conjunto de suspensiones que se antojan con un tarado un tanto duro y los neumáticos run-flat, aparecen algunos sonidos de ajuste en su habitáculo.
Su motor: un 2.0 diésel de 143 caballos, tracción delantera y cambio manual de 6 velocidades
Mecánicamente el MINI Paceman Cooper SD cuenta con un bloque de 4 cilindros diésel de 2 litros de cubicaje (1.995 cc) que entrega una potencia de 143 caballos a 4.000 rpm disponiendo de un par de 305 Nm entre las 1.750 y las 2.700 rpm.
La unidad probada recurría a una transmisión manual de 6 velocidades, entregando toda la potencia al tren delantero. Está disponible también con transmisión automática y con tracción total, tanto con cambio automático como manual, con el MINI Paceman All4.
Prestacionalmente, la versión probada registra una velocidad máxima de 200 km/h con una aceleración en el 0 a 100 km/h de 9.2 segundos. Su consumo homologado urbano es de 5.2 l/100 km, siendo de 4.3 l/100 km en interurbano y con un promedio de 4.6 l/100 km, registrando unas emisiones de CO2 de 122 g/km.
Su dinámica: una muy buena respuesta de su dirección, suspensión y cambio aunque con un bloque algo perezoso
Hora de ponernos en marcha. Al lado derecho del volante una ranura para la peculiar llave redondeada del MINI. Presionamos y el bloque diésel de 143 caballos se pone en marcha, contando en su interior con un buen aislamiento tanto al ruido del bloque diésel como a las vibraciones de este, aunque el confort que transmite en esa primera puesta en marcha queda algo mitigado cuando pasamos por un resalto o algún desperfecto de la calzada y el conjunto de suspensiones duras y neumáticos run-flat vuelve a hacer acto de presencia. Más allá de esta pega el confort queda asegurado en vías rápidas con una correcta insonorización.
En movimiento la entrega de su propulsor de 143 caballos se me antoja un tanto perezosa. Cumple por supuesto con las exigencias cotidianas y con cruceros sobradamente buenos pero lo hace con poco de la deportividad que podríamos esperar en esa S de su denominación, aunque la parte ciclo si pone, como mencionaremos más adelante, de su parte. Se echa en falta una entrega de potencia más contundente, algo más de garra en los compases medios de su cuentarevoluciones, siendo para mi gusto excesivamente progresivo y comedido.
Mención a parte merece el conjunto de la dirección y el cambio mostrándonos en ambos casos ese espíritu MINI con un agradable tacto duro al volante, tampoco nada exagerado, que nos encontramos también al cambiar de marchas en su caja de cambios de 6 velocidades, con unos recorridos directos que unidos a la mencionada dureza nos invitarán a jugar con el y con la dirección en tramos de curvas. Podríamos pedirle unos recorridos aún más cortos, pero bien en ambos casos por MINI.
Junto con el cambio y el tacto de la dirección el otro gran punto a favor de la dinámica del MINI llega precisamente desde uno de los puntos antes criticados cuando hablaba de su comodidad. La suspensión (McPherson en el tren delantero y multibrazo en el trasero) es algo dura sí lo que unido a los neumáticos run-flat culminan en un conjunto no del todo plácido a la hora de enfrentarse a los habituales badenes. Por suerte, una vez nos hemos alejado de la urbe los badenes desaparecen y al empezar a suceder una curva tras otra nos encontramos con un gran aplomo, una gran sensación de estabilidad y un buen paso por curva donde ese ADN MINI vuelve a salir a la luz… más aún si tenemos en cuenta que del modelo original hemos llegado a una extensa familia que abarca hasta modelos SUV como el que ahora probamos, siendo incluso ágil entre curvas aún teniendo en cuenta su nueva constitución. Otro punto positivo para la dinámica de este MINI con un intachable aplomo, escaso balanceo y un grato paso por curva.
No he tenido la oportunidad de probar esta alternativa con la tracción total ALL4, pero desde luego veo prescindible (salvo en el caso de vivir en zonas donde las inclemencias del tiempo no acompañen) incidir en el Paceman con el peso extra de esta transmisión a tenor de su paso por curva y de que rara vez veremos adentrarse a un Paceman en terrenos arenosos.
Frente a los 4.6 l/100 km homologados en ciclo combinado nos encontramos durante la prueba con cifras de entre 6 y 7 l/100 km en función de su mayor uso en terreno urbano. No es difícil rondar los 6 l/100 km en condiciones normales si el uso suele incluir un porcentaje mayor al 50% del recorrido en autovía. Teniendo en cuenta que el precio del MINI Paceman Cooper S, con 184 caballos, es igual al del MINI Paceman SD sólo elegiría este último en el caso de que el kilometraje total a final de año fuera abultado. A un buen conjunto de suspensiones, cambio y dirección le ensombrece una entrega de potencia comedida para lo que MINI tiene respuesta en forma de Cooper S.
El MINI Paceman en España: desde 24.700 euros a 39.000 euros
La gama del MINI Paceman en España parte desde los 24.700 euros, prescindiendo de un acabado de acceso One. Tomando en ambos casos a la versión, de acceso en la gama del Paceman, nos encontramos con una diferencia económica de 1.250 euros, siendo más barato el Countryman. El techo de la gama del MINI Paceman queda en manos del John Cooper Works All4 que parte desde los 39.000 euros.
La versión probada, el MINI Paceman Copper SD de tracción delantera y cambio manual parte desde los 30.200 euros. Entre la dotación de la unidad probada nos encontramos con las llantas de 18 pulgadas por 1.268 euros, el cuero para su tapicería, por 1.522 euros, el sistema multimedia MINI Connected, por 264 euros, acompañado del sistema de altavoces Harman/Kardon, por 898 euros y la Radio Visual Boost, con un precio de 1.268 euros o los asientos calefactables por 306 euros, quedándonos con un precio de alrededor de 36.000 euros.
Entre las alternativas podemos pensar en el Range Rover Evoque como rival más directo. Sin configuración coupé pero dentro del mismo segmento nos encontramos también con el Audi Q3 o con el Mercedes GLA. Mirando al futuro próximo no podemos perder de vista tampoco al BMW X4.
Con el motor diésel de 150 caballos y el acabado de acceso Pure el Range Rover Evoque tiene un precio de partida de 34.839 euros. En el caso del Mercedes GLA, nos encontramos con el GLA 200 CDI con un precio de partida de 31.150 euros y una potencia de 136 caballos mientras que si acudimos a la gama de Audi, el Audi Q3 2.0 TDI de 140 caballos, con tracción delantera y cambio manual, parte desde los 31.540 euros.
¿A favor?¿En contra?
Llega el momento de despedirnos tras una semana juntos y de hacer balance. Me gusta la capacidad de diferenciación que tiene MINI frente al resto de modelos con los que nos solemos cruzar por la calle, aunque no sean precisamente pocos los MINI que se ven por la calle. Ofrece, convirtiéndose en una de sus principales virtudes, la capacidad de satisfacer la necesidad de sentirnos algo más únicos y en ese sentido MINI ofrece no sólo un catálogo de opciones considerablemente nutrido para diferenciar nuestro coche… sino también una amplia variedad de versiones que van desde el Coupé o el Roadster al Clubman, Countryman o a quien nos ha acompañado, el último en llegar dentro de este generación, el Paceman.
Más allá de cuestiones estéticas, su dinámica, en lo referente al comportamiento de su chasis, del conjunto de dirección y suspensiones, es encomiable para el segmento en el que se encuadra, ofreciendo nulos balanceos aún siendo un SUV, con un buen paso por curva y un grato tacto de la dirección que se une además a un igual de grato tacto del cambio.
Por el lado opuesto, el de las pegas y “reproches” cabe mencionar la entrega demasiado pausada de su propulsor. Totalmente apta para condiciones normales, para un uso cotidiano ya sea en ciudad o autopista… pero se echa en falta una entrega más explosiva cuando se exige reacciones al acelerador.
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