Continuamos con la toma de contacto con el nuevo Skoda Yeti. El pasado viernes os comentamos nuestras primeras impresiones del renovado SUV checo. Es la única oferta de Skoda en un segmento muy competido, y por ello deben acertar en el blanco. Su primera generación era un vehículo de estética rompedora, pero eminentemente práctico. Su segunda generación – o más bien lavado de cara – busca un aspecto más discreto manteniendo la misma practicidad. El objetivo último: llegar a un mayor número de clientes.
Por el momento os hemos hablado de su interior. Un habitáculo que apenas cambia con respecto a la anterior generación, pero que no por ello es menos práctico. El sistema VarioFlex de asientos totalmente flexibles y una gran selección de huecos portaobjetos se encargan de que la vida a bordo sea sencilla y fácilmente modulable. En esta segunda parte os hablaremos de la dinámica en carretera y fuera de ella de las versiones que hemos probado. Ambas compartían el motor 2.0 TDI de 140 CV, que a priori será el más vendido de la gama.
Impresiones de conducción
En primer lugar la ruta en carretera nos deparó un 2.0 TDI de 140 CV con tracción delantera y cambio manual. Posiblemente la opción que más ventas aglutine dentro de la gama Yeti, junto al atractivo 2.0 TDI de 110 CV. El Skoda Yeti emplea la misma plataforma que el Volkswagen Golf V o el Octavia de anterior generación, no hace uso de la nueva MQB modular. El motor iba asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones, con la que acelera hasta los 100 km/h en 9,7 segundos, consumiendo una media de 5,1 l/100 km.
A su volante, las sensaciones que nos ofrece son muy similares a las de un compacto. La suspensión se balancea algo más en las curvas, pero con todo es firme y absorbe los baches de maravilla, sin transmitir crujido alguno al habitáculo. A pesar de que se ha tratado de poner en apuros a su chasis en carretera, sus reacciones son muy nobles y maniobras de evasión o curvas muy fuertes no alteran la compostura del vehículo. Un detalle de calidad es que el enorme techo solar panorámico no presenta crujidos al circular por zonas complicadas.
Del motor 2.0 TDI de 140 CV poco nuevo podemos decir ya, es un viejo conocido. Frugal, potente y algo ruidoso en el Yeti, especialmente a un régimen alto de giro. Asociado a una caja de cambios de seis relaciones de manejo muy agradable, en una ruta de pruebas – donde se pisa el acelerador sin contemplaciones – arrojó un consumo medio de 6,7 l/100 km. Tras un paseo por carretera, era hora de ponerse a los mandos de un Skoda Yeti 4×4, de nuevo dotado de un motor 2.0 TDI de 140 CV, para enfrentarnos a una ruta off-road desafiante.
Desafiante para un SUV que no destaca por una altura al suelo espectacular – aunque sí con unos ángulos de ataque y salida buenos – y está orientado a circular por las carreteras. La ruta transcurrió por caminos rurales en una finca cerrada, con un quad como guía de un grupo de cinco coches. Surcos profundos en el suelo, fuertes subidas y descensos pronunciados, todos pusieron a prueba a los Yeti, que no se vieron atascados en ningún momento. Cierto es que no eran repechos tan pronunciados como para necesitar una caja reductora…
Pudimos probar el funcionamiento del control de descenso de pendientes. En un descenso muy pronunciado al activar el control lo único que tenemos que hacer es soltar el freno. Un acto de fe tras el que el coche irá frenando por sí mismo sin dejar que se lance. La ruta todoterreno fue superada por los Yeti sin problemas, a pesar de tener grandes obstáculos en el camino, que de no ser esquivados dejarían huella en los bajos. Un acto de Skoda que demuestra que estos vehículos tienen agallas fuera de la carretera, aunque no salgan de ella.
Gama Skoda Yeti
La gama Skoda Yeti está compuesta por los Yeti Outdoor y Yeti City, los últimos con 200€ de precio menos. La gama es igual para todas las versiones, y está compuesta por acabados Active, Ambition y Elegance. Skoda espera que la mayor parte de ventas correspondan a los Ambition, acabado medio con una dotación de serie muy completa. El acabado Active incluye aire acondicionado, llantas de acero y demás elementos básicos. Ambition lo completa con llantas de aleación, manos libres Bluetooth, sensores de lluvia y luz o control de velocidad.
Por su parte, el Elegance incluye elementos de lujo como asientos de cuero, navegador Amundsen con pantalla de 6,5 pulgadas, faros bixenón con LEDs diurnos, techo panorámico, etc. La gama de motores no presenta novedades importantes: se compone por los 1.6 TDI de 105 CV, 2.0 TDI de 110, 140 y 170 CV; 1.2 TSI de 105 CV, 1.4 TSI de 122 CV y 1.8 TSI de 160 CV. Las cajas DSG están disponibles en el 1.2 TSI y el 2.0 TDI 4×4 de 170 CV. Los Yeti de tracción total se limitan a los motores 1.6 TDI de 105 CV, 2.0 TDI de 140 y 170 CV y 1.8 TSI.
Versiones Edition desde 14.650 euros
Con motivo del lanzamiento del renovado Yeti, Skoda lanza las versiones Edition, que incluyen una gran cantidad de equipamiento a un precio descontado. Por 14.650€ – incluyendo descuento, campaña y Plan PIVE-5 – es posible adquirir un Yeti 1.2 TSI de 105 CV. Un motor básico de gasolina con un consumo de 6,1 l/100 km, al que se une un equipamiento de lo más completo: llantas de 17 pulgadas, pantalla táctil de 5 pulgadas, manos libres Bluetooth, aire acondicionado, control de velocidad Tempomat o volante multifunción forrado en cuero.
La versión Edition más interesante me parece la dotada con el motor 2.0 TDI de 110 CV y caja de cambios manual, un motor de muy bajo consumo (5,1 l/100 km) y respuesta correcta en toda circunstancia. En este caso el precio es de 17.400€, a pesar de no poder acogerse al Plan PIVE. Con todo, la versión más barata de la gama diésel es el Yeti GreenLine, una versión de bajo consumo con un motor 1.6 TDI de 105 CV. Con un consumo de 4,6 l/100 km y Plan PIVE, sale por 16.990€, aunque con un equipamiento comparativamente inferior a los Edition.
En Diariomotor: Skoda Yeti Outdoor, presentación en Madrid (I) ¿Que hay de nuevo?