Mi compañero David (Villarreal), a quien debo que esto de que la sección de Fórmula 1 goce del impacto y presencia que precisan nuestros lectores, nos deleitaba hace unas semanas con un magnífico artículo [¿Por qué los nuevos motores de la Fórmula 1 serán tan impresionantes?], cuya lectura reposada os recomiendo encarecidamente por cuanto tiene de esclarecedor al respecto de las exigencias a las que se ve sometido un motorista en F1 y porque sirve, de paso y también, para equilibrar mis opiniones personales vertidas en el blog de este mismo sitio, Diariomotor, al respecto de lo que humildemente considero que es parecido a jugar con fuego [Renault la pifia].
En todo caso, entre el plano publicitario de la empresa gala y los resultados de su producto en Jerez y Sakhir (tanda uno), dista un mundo que está siendo reducido por la francesa a velocidad de vértigo, ya que que la Régie se ha implicado en resolver los problemas que aquejaban a sus unidades de potencia para la máxima disciplina del automovilismo deportivo en un tiempo récord y a tenor de las informaciones, con un resultado en el que aún cabiendo algunos peros, está resultando óptimo salvo en el caso de Red Bull y su RB10, entorno de aplicación en el cual todo apunta a que el ingeniero Adrian Newey ha cometido un grave error de diseño.
Sea como fuere, el proceso de solución de coyunturas desfavorables, largo o dilatado en el tiempo, como prefiráis verlo, no ha tenido tanto que ver con el aspecto mas identirario del asunto —Renault se juega su imagen, no lo olvidemos—, como con llegar a ser resuelto en el plazo establecido, y es que cabe recordar aquí y ahora que la FIA tenía establecida como frontera para la homologación oficial de las unidades de potencia presentes durante esta temporada que se iniciará en 20 jornadas escasas, precisamente el último día de febrero, a la sazón, pasado mañana, 28.
Renault ha perdido el culo por llegar, y perdonadme lo soez o inapropiado de la expresión, pero todo indica que lo ha hecho para quedar homologada con su Energy F1 V6T, como al parecer lo están a estas alturas el PU106A de Mercedes-Benz y el V6 T Type 059/3 de Ferrari.
Son tres plataformas propulsoras para un total de 11 tipos de vehículos, y la cosa tiene su interés. Mercedes-Benz cubrirá las espectativas de las escuderías McLaren, Mercedes AMG, Sahara Force India y Williams; Ferrari, las del equipo oficial, amén de las de Sauber y Marussia; y Renault, las correspondientes a Red Bull, Lotus, Toro Rosso y Caterham.
Pero la gala había llegado a Jerez con el pie cambiado y algo escasa de tiempo, y lo cierto es que en tres semanas ha conseguido revertir la precipitada situación hasta lograr que los los problemas que aquejan a sus unidades de potencia estén focalizados y en situación de ser resueltos. Caterham va bien, Lotus y Toro Rosso, algo más exigentes con su propulsor, están reaccionado adecuadamente; y Red Bull, como apuntábamos antes, tiene un problema que vamás allá de la motorización por mucho que Helmut Marko eche las culpas a la maquinaria que mueve el tren trasero del RB10.
En todo caso, pasado mañana día 28, la FIA cierra el grifo y por las noticias que hay al respecto, Renault ha llegado a tiempo y goza del placem federativo que la permite ser oficialmente, una de los tres unidades propulsoras que podrán disputar este próximo campeonato 2014.
En Diariomotor: Fórmula 1. Mañana comienzan los últimos test de pretemporada