La referencia de Toyota en el segmento A, el Toyota AYGO, hermano de los Citroën C1 y Peugeot 108 representa también un giro estético importante para la marca. No sabemos si marcará tendencia o se quedará sólo en este escalón de la gama, pero los rasgos del AYGO vienen definidos por un diseño claramente nipón, y un protagonismo para la forma en “X” tanto del frontal como de la trasera.
Ya adelantábamos ayer algunas fotos de baja resolución que se habían filtrado, pero hoy podemos enseñaros ya con todo detalle el aspecto final que presenta el que será competidor del también nuevo Renault Twingo, a su vez otra muestra de originalidad por parte de la marca francesa. La guerra de personalidades en el segmento de pequeños urbanos está servida.
El nuevo AYGO se caracteriza por ser en cierto modo lo contrario de su antecesor de primera generación. Si en aquél lo que predominaba era una línea amigable e inofensiva, como de osito de peluche, ahora nos encontramos a su alter-ego, el oso furioso, con el que Toyota pone sobre la mesa una imagen más potente y me atrevería a decir que algo más masculina (para gustos, ya sabéis).
El AYGO crece en 25mm con respecto a la primera generación, alcanzando ahora los 3,455 mm. y su altura total se reduce en 5 mm. por motivos aerodinámicos. Es obvio que sigue siendo un coche tremendamente compacto.
Su origen japonés queda definido en un estilo que la marca denomina “J-Playful”, que viene a significar algo así como “Juguetón-J” o “Alegre-J”, lo que también nos da una idea del espíritu que Toyota pretende desplegar en este coche.
El exterior bi-tono que se aprecia en las imágenes y que marca totalmente el estilo del coche, forma parte de las múltiples opciones de personalización que promete el AYGO, siguiendo una tendencia ya totalmente instaurada en el mercado: hacer valer la exclusividad a base de que cada coche sea diferente y a la medida del cliente.
Hay que ver lo que da de sí una paleta de colores.
Aparte del quebradero de cabeza que debe suponer esta política de personalización en las líneas de producción y una vez superada esa barrera industrial, hay que reconocer que más o menos todas las marcas están logrando vender como “premium” la idea de que nuestro coche es único, y parecen haber puesto el foco muy especialmente en los coches más pequeños y que antaño eran precisamente los más simplificados.
El cambio de orientación parece responder claramente a la búsqueda de margen a base de diferenciación, donde hace unos años se competía por precio y se peleaba por un transporte urbano sencillo, económico y práctico. La anterior generación del propio Toyota AYGO es testigo de ello.
Llegados al interior, volvemos a ver que se trata de una propuesta muy alegre y colorista. De nuevo Toyota se deja llevar por las corrientes imperantes en el segmento y nos propondrá seleccionar combinaciones de colores a medida y en consonancia con el exterior, lo que hará nuestro AYGO todavía más único.
Se intuyen plásticos duros y sencillez (en los que, por cierto, el cuero de asientos y volante me parecen un casi fuera de lugar) y todo hace pensar en un AYGO que tendrá que ser de precio muy ajustado si pretende competir con el Yaris ya sin salir de su propia casa. Con todo, el AYGO podrá incorporar como opción el denominado X-Touch System con pantalla de 7” y cámara de visión trasera, todo un lujo de conectividad.
Por último y en cuanto a gama de motores, el AYGO incorporará un revisado tricilíndrico 1.0 VVT-i con 68 CV, con una masa total inferior a los 900 kg y unas emisiones de 95 g/km de CO2 con cambio manual, y está por ver si añadirá algún motor más potente a su oferta de propulsores.
Fuente: Toyota
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