El Salón del Automóvil de Ginebra no podía abandonarnos sin traer ante nuestros ojos esas rarezas que, sin acaparar todos los flashes que consiguen las firmas más conocidas, guardan ese aura que mezcla la exclusividad con el culto más auténtico por el automóvil. Este año 2014, el renacer de Ermini Automobili luce con orgullo una barchetta que pretende reencontrarnos con la edad dorada del automovilismo.
Así nace el Ermini Seiottosei, un concept destinado a revivir el espíritu de las barchettas que escribían las leyendas de la Mille Miglia o la Targa Florio. Con los ojos puestos en aquella época, el Seiottosei se presenta en 2014 como la reinterpretación de la idea original donde la máxima ligereza, la última tecnología en motores y el cielo siempre por techo definían como había que vencer en cualquier competición.
Recordando aquellos años donde la competición lucía a cielo abierto
Con un diseño clásico recorriendo cada milímetro de su carrocería construida en fibra de carbono y aluminio, el Ermini Seiottosei solo apunta al pasado con su estilismo. La firma florentina echa mano de la última tecnología para, además de hacer uso de materiales ligeros en su construcción, conseguir una planta propulsora capaz de lanzar al Seiottosei a los 100 Km/h desde parado en nada menos que 3,5 segundos.
La velocidad máxima de 270 Km/h está limitada electrónicamente. El propulsor, de origen Renault, es un 2.0 Turbo de inyección directa con una potencia máxima de 315 CV. La transmisión es sobre el tren posterior y emplea un cambio secuencial de seis velocidades fabricada por el especialista Sadev. Las suspensiones son de tipo push-rod y el equipo de frenos está firmado por Brembo.
El interior es minimalista y apenas goza de elementos de confort más allá de las tres salidas de ventilación presentes. Dos asientos de tipo baquet, palanca de cambios, volante de competición y cuador de instrumentos digital son el restos de elementos presentes en le habitáculo de este biplaza. No hay posibilidades para el ocio o el entretenimiento a bordo del Seiottosei, aquí todo es conducción y sensaciones al volante.
Por el momento, Ermini no ha desvelado planes de producción para el Seiottosei, ni si quiera planes que hablen de un planteamiento menos radical por tal de encontrar menos inconvenientes en lo que homologación se refiere. Aún así, con un diseño clásico y evocador como pocos, por seguro que no serán pocos los interesados en desembolsar un suculenta suma de dinero por hacerse con esta única unidad del Ermini Seiottosei
Fuente: Ermini
En Diariomotor: Ermini Seiottosei, la firma florentina renace en Ginebra con un superdeportivo