Si te preguntamos dónde estabas en el verano del 92 seguro que no te costará pensar la respuesta. Renault se había propuesto revolucionar el mercado con un utilitario jovial, muy pequeño y extremadamente sencillo. El objetivo era lanzar un coche servicial y práctico, poco ostentoso, no querían que te sintieras orgulloso por su imagen sino que de verdad quedases satisfecho de su compra por todos aquellos problemas que te pudiera resolver en el día a día, que te hiciera la vida más fácil. Como ya habrás imaginado aquella filosofía contrastaba mucho con la moda actual de su segmento.
El Renault Twingo regresa y apunta a su segunda generación. Nos ha sorprendido y nos ha entusiasmado y en cierta medida llegará amparado por ese halo de revolucionario, por el detalle de haber colocado su motor – y por ende su tracción – en el eje trasero. Pero ni mucho menos será tan revolucionario como aquel Twingo de los noventa, en aquellos años que la vida comercial de un vehículo podía extenderse por tres lustros, y más, en los que este primer Twingo cerró más de dos millones de ventas. Casi nada.
Cuando Renault encargó a Yves Dubreil la dirección del proyecto que desembocaría en el Twingo, allá por 1989, el mercado ya había comenzado a romper con aquella imagen del coche de líneas angulosas y forma de caja de zapatos, la curva volvía a ser bella.
El Clio ya estaba culminando su desarrollo y en Renault habían tenido la feliz idea de diseñar un coche con facciones humanas. El diseño de faro redondo con reminiscencias a unos ojos con sus párpados y parrilla central, a modo de boca, no era casual.
Renault había llevado el concepto de monovolumen a un turismo de menos de tres metros y medio. Tras haber popularizado la idea del mini-van en Europa con la Espace, el concepto de habitabilidad empezaba a entenderse gracias a la versatilidad que ofrecía el Twingo, con asientos plenamente abatibles y una banqueta trasera corredera. Suficientemente espacioso como para que dos luchadores de sumo se tumbasen a echar una siesta.
Me imagino cómo se tuvieron que tomar muchos aquel diseño interior. Colores chillones e infantiles y cuadro de mandos central digital. Renault asumió muchos riesgos con este coche.
Para muestra un botón, el diseño del indicador de las luces de emergencia se inspiró en una nariz de payaso.
Tampoco se quedarían cortos en la elección de los tapizados de los asientos, muy noventeros, por cierto.
Otra muestra más del atrevimiento de Renault la tenemos en su paleta de colores. El Twingo se comercializó inicialmente con cuatro colores, cada cual más llamativo y extrovertido, verde, amarillo, rojo o azul, las fichas del parchís…
¿Fue el Renault Twingo uno de los coches más representativos de la motorización de la Generación X?
Para los de mi generación, los nacidos en los años ochenta, sin duda alguna lo fue. Muchos aprendieron a conducir con un Twingo heredado de sus padres. Este modelo fue muy popular en nuestras carreteras hasta hace pocos años.
El Renault Twingo caló hondo entre las familias, muchas de las cuales introducían – por primera vez – un segundo coche en casa.
Pero también tendrían la feliz idea de llevar el minimalismo a su máxima expresión, conformarse durante años con un motor de 55 CV y no complicarse demasiado con multitud de versiones que encareciesen el producto.
Dicen que en 1994, un intrépido francés, ya había recorrido con su Twingo más de 240.000 kilómetros por la sabana australiana. Y para celebrarlo un artista aborigen le decoró su máquina de esta guisa.
Además de versátil, Renault quiso potenciar la imagen de robustez de su flamante Twingo.
En aquellos tiempos los coches ya habían empezado a engordar y engordar, pero el Twingo se mantenía en forma, por debajo de los 800 kilogramos.
Aquellos primeros éxitos llevaron a Renault a lanzar nuevas versiones, un cambio manual sin pedal de embrague, un automático, un restyling – seis años después – y hasta una versión Initiale Paris de lujo, ¡con asientos de piel!
Renault no se olvidó de mantener su Twingo a la moda y crear ediciones especiales más exclusivas de la mano de fabricantes de lujo y moda.
También se comercializaría una versión con techo solar practicable manual.
Hablábamos de la dilatada trayectoria del Renault Twingo. La comercialización en Europa de esta primera generación se prolongó durante catorce años, el doble de la vida comercial media de los modelos actuales. Aún así, este Twingo siguió fabricándose y comercializándose en Colombia hasta hace unos años.
La puesta de largo del Twingo tuvo lugar en el Salón de París, en aquel verano de 1992.
Aunque su imagen se mantendría durante casi tres lustros sin cambios de importancia, el Twingo también sufrió algunas actualizaciones menores.
Años más tarde llegaría el remplazo de aquel primer Twingo, una segunda generación.
También un segundo Twingo Phase II.
Y por último, recién presentado, un Renault Twingo de tercera generación, con motor trasero.
Fuente: Renault
En Diariomotor: Renault Twingo 2014: todo sobre el urbanita de motor trasero