¿Qué sucedería si Mercedes-Benz aprovechase a estas alturas para lanzar un roadster ligero, un mini-SLK?
En enero del año 2000, el Mercedes Technology Centre de Sindelfigen trabajó en un prototipo que pretendía estudiar la posibilidad de aprovechar la plataforma empleada por aquel entonces en el Mercedes Clase A para un hipotético roadster ligero, muy en la onda del Mazda MX-5. Sabemos que por aquel entonces Mercedes-Benz estaba coqueteando con el lanzamiento de un modelo asequible y ligero que se situase por debajo del Mercedes SLK.
Hoy en día esta idea puede resultarnos un tanto estrafalaria, pero si tenemos en cuenta el ahínco con el que Mercedes-Benz está amortizando la plataforma del nuevo Clase A en diferentes modelos, incluida una berlina y un SUV, tampoco podríamos descartar que en unos años aprovechasen para lanzar algún modelo de nicho y ¿por qué no un biplaza descapotable al filo de los 30.000 euros?
En el primer Salón de Detroit de este siglo, el Mercedes Vision SLA se presentaba con una carrocería muy compacta, de tan solo 3,77 metros y un aspecto que hacía que luciera como el hermano macarra del SLK. Por aquel entonces, imaginamos que más de uno quedaría muy extrañado con el controvertido frontal de este prototipo, una clara reminiscencia al monoplaza campeón de Hakkinen en aquella escudería McLaren-Mercedes de Adrian Newey.
Lo que seguro muchos no esperaban es que ese rasgo tan extravagante se trasladaría, con solo algunos cambios, a uno de los deportivos más deseados de la Mercedes contemporánea, el SLR McLaren y la siguiente generación de SLK. De hecho, en cierta medida, este Mercedes Vision SLA sirvió de laboratorio de pruebas para otras tecnologías que se estrenarían en el SLR McLaren, como sus asientos de fibra de carbono o la iluminación LED para los indicadores de posición.
Su construcción también fue bastante innovadora, con un conjunto de chasis y carrocería formado entremezclando una estructura de aluminio y paneles de plásticos reforzados. De esta forma, el Vision SLA marcaba menos de una tonelada (en torno a 950 kilogramos) sobre la báscula.
Al emplear una construcción tan ligera, Mercedes-Benz se permitió el lujo de escoger un pequeño motor de cuatro cilindros y 1.9 litros que por aquel entonces ya se comercializaba en el primer Clase A. El motor del A 190 desarrollaba 125 CV y aún así le confería unas prestaciones interesantes, como el 0 a 100 km/h en solo 7,9 segundos.
Salvo por su tracción delantera, un error prácticamente imperdonable en un pequeño roadster, ese hipotético Mercedes SLA hubiera sido un auténtico anti-MX-5 con una estrella en su frontal.
En los últimos días están surgiendo numerosos rumores de que Mercedes-Benz está pensando de nuevo en el lanzamiento de un descapotable biplaza más económico y compacto que el SLK. Desconocemos si harán tal cosa, pero por favor que sea tracción delantera trasera y entre 30.000 y 35.000 euros. ¿Sería mucho pedir? Probablemente sí.
Fuente: Mercedes-Benz
En Diariomotor: Mercedes podría estar valorando un nuevo roadster por debajo del SLK