El circuito de Albert Park en Melbourne, ha abierto hoy sus puertas para acoger la primera y segunda sesión de entrenamientos previos al Gran Premio de Australia. Ocurría de madrugada aquí en Europa, pero a tenor de los datos arrojados, nadie diría que ha cambiado nada con respecto a la pasada pretemporada, ya que de nuevo, los vehículos propulsados por las unidades de potencia Mercedes-Benz han vuelto a mostrar sus uñas y dientes.
Con una meteorología agradable y una temperatura sobre la pista que ha ido aumentando conforme transcurrían las horas, todos los vehículos de la parrilla han encontrado hueco para ir completando sus respectivos programas de trabajo de cara a enfocar correctamente la fase clasificatoria que tendrá lugar mañana, y por supuesto, la prueba que se celebrará el domingo.
Así, las once escuderías que participan en 2014 han iniciado sus necesarias horas de rodaje con el especial interés puesto en valorar la respuesta de los compuestos Pirelli (blandos, vitola amarilla; y medios, vitola blanca), y por supuesto, en sondear los rangos de consumo de combustible y fiabilidad que serán imprescindibles de cara a sobrevivir durante el Gran Premio que se disputará dentro de dos días escasos. En este sentido, cabe destacar que los equipos Lotus, Toro Rosso, Caterham y Red Bull, todos ellos propulsados por la de momento delicada plataforma de Renault, con desiguales resultados, cabe decirlo, han sido los protagonistas de los focos de la noticia, toda vez que la vigente campeona del mundo arrastraba a su llegada a Melbourne un insuficiente kilometraje y una estimable desventaja frente a sus inmediatos rivales.
La mañana, cuyo protagonista principal ha sido la suciedad habida sobre el asfalto, se ha decantado a favor de Ferrari, concretamente de la unidad conducida por el español Fernando Alonso, quien ha marcado un excelente 1’31”840, seguido por nada más y nada menos que tres vehículos propulsados por Mercedes-Benz, a los que daba réplica en el 5º puesto, un especialmente voraz Sebastian Vettel que lograba así disipar en parte las dudas que había sobre el rendimiento de Red Bull.
Sin embargo, la tarde, con la pista más limpia, caliente y con más goma en la trazada, era inexcusable territorio Mercedes-Benz.
Lewis Hamilton, sobre el W05 de Mercedes AMG no dejaba lugar a dudas sobre la soberbia capacidad de la escudería de Brackley. 1’29”625 suponía el mejor crono de la jornada, conseguido por el piloto británico, a quien seguía a muy corta distancia su compañero Nico Rosberg (1’29”782). En tercer lugar quedaba Fernando Alonso —hoy el conductor más rápido de Maranello—, y de nuevo en posiciones punteras, Sebastian Vettel, a menos de un segundo del de Stevenage (1’30”381).
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