En 2001 en Ford ya eran muy conscientes de la importancia que tendrían los SUV, los Sport Utility Vehicles, en los años venideros. En aquellos años Ford había iniciado la producción de la primera generación del Escape, e incluso había hecho sus pinitos en Europa con el Maverick, una suerte de Nissan Terrano con el óvalo azul en el frontal. Y fue precisamente ese interés en afianzar la imagen de las cualidades offroad de sus modelos el que propició que Ford se atreviera con un prototipo bastante peculiar.
Imagínate un buggy todoterreno, con dos plazas y un motor de seis cilindros sobrealimentado. Esa bestialidad se llamaba Ford EX, o Extreme, Concept y se presentaría en el Salón de Detroit de 2001. Ford había puesto toda la carne en el asador para mostrar un prototipo que no tenía intención alguna de llegar a los concesionarios. Y eso que más de uno se debió presentar por aquel entonces en Dearborn con la cartera abierta y diciendo “quédate todo mi dinero, pero fabrícame un buggy como este”.
El Ford EX Concept se basó en el concepto de un buggy, una estructura tubular suplía la carencia de carrocería al uso y la disposición del motor y la transmisión facilitó que sus escasos 1.100 kilogramos de masa se distribuyeran equitativamente entre ambos ejes.
Sin puertas ni techo y con solo dos plazas, se presentaba como una visión extrema del todoterreno lúdico. Contaba con suspensiones plenamente independientes y unas inmensas ruedas, con llantas de 17”, que le conferían una altura libre al suelo considerable. Debido a su exótica carrocería y a un habitáculo no menos peculiar, con asientos deportivos y arneses de cuatro puntos, se diseñó una curiosa base deslizante para el volante y la instrumentación que permitía desplazar el cuadro de instrumentos para facilitar el acceso del conductor.
Este prototipo de buggy contaba con un motor 4.0 V6 SOHC de 375 CV de potencia, el motor de un Mustang de quinta generación. Asociado a este, un cambio manual y, por supuesto, tracción total. Con esas ruedas, este motor, la tracción a las cuatro ruedas permanente, el reparto de pesos y un ángulo de atanque de 52,5º y 90º – sí, has leído bien – de salida, podemos imaginarnos que esta bestia era capaz de subirse literalmente por las paredes.
El Ford Extreme Concept era plenamente funcional y, de hecho, el prototipo que ves en estas imágenes llegó a subastarse hace unos años con fines benéficos en la subasta de agosto de Monterey. Su propietario, que desconocemos si seguirá atesorando este prototipo en su colección, pagó 93.500 dólares por él. Una cifra muy elevada si tenemos en cuenta que por aquel entonces el embrague de este prototipo necesitaba una reparación y que, por cuestiones obvias, no contaba con autorización para circular por carreteras públicas.
Fuente: Ford | RM Auctions
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