Aunque a este lado del charco es difícil, por no decir imposible, ver un Dodge Charger o Dodge Challenger a no ser que te encomiendes al buen hacer de la importación, nos es sumamente difícil pasar por alto la evolución que sufren marcas como Dodge en el mercado norteamericano, y más aún cuando Mopar echa mano de la historia de la marca para lanzar al mercado los Scat Packs.
Entre 1968-1971 Chrysler y Dodge fundaron el club Scat Pack donde un selecto grupo de propietarios de Chargers, Challengers, Coronets y Super Bees contaban con un trato de favor por parte de la marca de cara a la organización de eventos, reuniones, enlace directo con la marca para la realización de mejoras en sus modelos, etc. 45 años después Mopar recupera la denominación Scat Pack para poner sobre la mesa 3 paquetes de mejora de rendimiento en Charger, Challenger.
Más picante para el icónico V8 HEMI
Dividos en tres etapas o stages, los Scat Packs ponen sobre la mesa una serie de mejoras centradas en el apartador mecánico que consiguen mejorar los números del 5.7 HEMI que instalan los Dodge Charger y Dodge Challenger manteniendo intacta la garantía original con que fueron adquiridos estos modelos.
El primer peldaño de esta oferta de mejoras lo encontramos en el Scat Pack Stage 1 que consigue extraer 18 CV y 24 Nm más del V8 que en su variante original alcanza los 370 CV y 536 Nm. Este primer upgrade se centra en la adición de una admisión optimizada, nueva ECU y un escape de menor restricción. Su precio es de 2.195 $.
Si decidimos ir un paso más allá nos encontramos con el Scat Pack Stage 2 cuya mejora sobre el V8 original es de 30 CV obligando a hacerse con la instalación del primer paquete y un sobrecoste de 1.895 $.
Por 4.995 $ ya nos colocamos en el Scat Pack Stage 3 donde las mejoras son específicas y el 5.7 V8 HEMI alcanza 428 CV de potencia máxima y 600 Nm a merced del tren trasero. Además de las mejores citadas anteriormente, en el stage 3 encontramos colectores de admisión y escape de alto flujo, catalizadores de alto rendimiento y optimización de la cámara de combustión y le asiento de las válvulas mediante mecanizado vía CNC.
Aunque los precios no son precisamente una ganga que digamos si tenemos en cuenta que el más caro de los Dodge Charger R/T 5.7 V8 está disponible en EE.UU. por apenas 36.995 $, las mejoras introducidas junto al uso de piezas OEM y la preservación de la garantía original permiten poder poner en tu garaje un auténtico muscle car con un punto extra de exclusividad y rendimiento.
Fuente: Dodge
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