Toyota sigue siendo una de las pocas marcas, irreductibles, que mantienen su línea de trabajar la eficiencia de los motores de gasolina sin recurrir a la sobrealimentación. Esta filosofía, que tiene sus pros y sus contras, es discutible, pero sorprendente en un momento en el que la mayoría de los fabricantes están apostando por la vía rápida, el turbo. Incluso Honda ya ha anunciado una nueva generación de motores VTEC Turbo.
Pero en Toyota son conscientes de que la verdadera chispa de sus motores no será el turbo, sino la hibridación. Y por eso cuentan con su propio plan alternativo que aboga por dominar la combustión y aprovechar las bondades del ciclo Atkinson, al menos en aquellos motores de gasolina de baja cilindrada que servirán para alimentar a sus modelos de tamaño pequeño y compacto. Toyota anticipa el lanzamiento de dos nuevos bloques de 1.3 y 1.0 litros de desplazamiento que están llamados a ocupar catorce nuevas combinaciones, de modelo y motor, en 2015.
Toyota halló en el ciclo Atkinson una de las claves del sistema Hybrid Synergy Drive del archiconocido Toyota Prius. Esencialmente, el ciclo Atkinson es más eficiente energéticamente por ahorrar combustible en el retraso que se produce en el cierre de las válvulas de admisión frente al ciclo Otto. Pero esa ventaja también se traduce en un handicap importante respecto a los motores de ciclo Otto convencionales, puesto que la potencia teórica desarrollada en dos bloques con la misma cilindrada será inferior en el Atkinson.
El nuevo 1.3 VVT-iE de ciclo Atkinson
Esa es precisamente la razón por la que los Atkinson se han aprovechado sobre todo en híbridos, que gracias a su motor eléctrico compensan esa falta de potencia. Pero Toyota pretende aprovechar aún más las bondades de este ciclo en modelos que no necesariamente híbridos. El año que viene se lanzará un nuevo motor de 1.3 litros de cilindrada que según Toyota alcanzaría una eficiencia térmica realmente alta, del 38%.
Desconocemos su potencia y sus prestaciones. Tan solo sabemos que, para lograr estos registros, Toyota habría elevado la compresión al 13,5:1 (superior incluso a la del Atkinson del Prius) y habría aplicado, entre otras innovaciones, una nueva toma de admisión que genera una turbulencia en la mezcla de aire y combustible, un sistema de escape refrigerado con recirculación de gases (EGR) y el doble reglaje variable eléctrico de válvulas (VVT-iE), ahora mejorado específicamente para este motor.
El 1.0 desarrollado junto con Daihatsu
Aún hay más. Toyota está dispuesta a sustituir su gama de motores 1.0 VVT-i y 1.3 VVT-i con dos bloques de nueva factura. El segundo, un bloque de 1.0 litros y tres cilindros, desarrollado junto con Daihatsu. Este motor alcanzaría una eficiencia térmica del 37% y, entre otras medidas, también estrenaría el nuevo sistema de recirculación de gases (EGR) refrigerado, una compresión alta (no se especifica cual) y el nuevo concepto de admisión, así como un sistema de parada y arranque atuomático del motor.
De momento la información que tenemos acerca de estos dos motores es bastante limitada, pero en los próximos meses esperamos que Toyota nos avance más detalles de sendos bloques, que en 2015 ya estarán en los concesionarios.
Fuente: Toyota
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