En plena semana previa al Gran Premio de China, que se celebrará este próximo domingo sobre el trazado de Shanghai, este mediodía conocíamos que el jefe deportivo del equipo Ferrari presentaba su dimisión irrebocable.
Stefano Domenicali (Imola, 11 de mayo de 1965), ejercía sus funciones como máximo responsable de La Scuderia desde 2008, momento en que sustituyó a Jean Todt al frente de la italiana, y aunque su primera temporada en su cargo se rubricaba con la victoria en el Mundial de Constructores, sin embargo arrojaba un saldo agridulce pues Felipe Massa perdía el de pilotos en la última vuelta de la última carrera puntuable a manos de Lewis Hamilton, y por tan solo un punto de diferencia, durante el Gran Premio de Brasil (Interlagos).
Bajo la sombra de la etapa firmada por Jean Todt con siete títulos mundiales de marcas (1999 a 2004, y 2007) y seis de pilotos (Michael Schumacher, desde 2000 hasta 2004, consecutivamente; y Kimi Raikkonen, 2007), Stefano Domenicali se convirtió pronto en el foco de las iras de los tifosi y la prensa especializada tras los pésimos resultados cosechados en 2009, cuando Ferrari tan solo logró terminar cuarta como escudería, con Kimi Raikkonen en la sexta plaza de conductores (Felipe Massa sufrió un tremendo accidente durante el transcurso del Gran Premio de Hungría de aquel año).
La llegada de Fernando Alonso a Maranello en la temporada 2010 abrió un sinfín de expectativas que tampoco pudieron concretarse, ya que Ferrari y su piloto asturiano perdían los mundiales en juego en favor de Red Bull. El año siguiente aún fue peor, y 2012, con una Red Bull sencillamente intratable, todavía lo fue más.
Para 2013 la figura de Stefano Domenicali ya estaba seriamente dañada y ampliamente contestada incluso desde el seno del equipo. Su apuesta sin ambages por la permanencia de Felipe Massa en uno de los monoplazas rossos y los diseños poco eficientes de la de Il Cavallino, no hicieron otra cosa que socavar su autoridad, y si el italiano consiguió mantenerse en su puesto fue literalmente, por el apoyo explícito de Luca Coredero di Montezemolo, presidente de Ferrari.
2014 no ha empezado bien para La Scuderia. El dominio demoledor de Mercedes AMG y los pobres resultados conseguidos por Fernando Alonso y Kimi Raikkonen en las tres pruebas disputadas hasta el momento, habían colmado la poca paciencia que les quedaba a los numerosos seguidores de la rossa, y aunque se esperaban movimientos importantes en el interior de la escuadra italiana en aras de resolver la situación a la mayor brevedad posible, la noticia de la dimisión de Stefano Domenicali ha sorprendido a aficionados y prensa especilizada.
Sea como fuere, Ferrari ha confirmado que durante el Gran Premio de China será Marco Mattiacci, CEO de la de Maranello en U.S.A., quien llevará las riendas del equipo.
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