El inicio de este Campeonato Mundial de Fórmula 1 2014 estaba suponiendo casi un paseo militar para los coches de Brackley y la cuarta prueba puntuable no iba a romper la tónica, de forma que los Mercedes AMG volverían a hacer doblete en Shanghai mientras las caras largas de preocupación comenzaban a instalarse en el paddock.
A la espera de que el próximo Gran Premio de España suponga un punto de inflexión en el dominio apabullante de los coches plateados, el Gran Premio de China parecía un mero trámite tanto para la germanobritánica como para sus inmediatos rivales, después del enorme potencial mostrado por Lewis Hamilton y Nico Rosberg a bordo de sus respectivos W05 en el circuito de Sakhir, durante la tercera carrera del Mundial, el Gran Premio de Bahrein.
No obstante, entre los diferentes alicientes que hicieron madrugar ayer a los numerosos aficionados a la Fórmula 1 se encontraba saber qué nivel de respuesta habían alcanzado Red Bull, McLaren y Ferrari a la hora de enfrentarse a Mercedes AMG sobre el circuito de Shanghai, y si equipos como Sahara Force India y Williams iban a mantener el excelente estado de forma mostrado en otras ocasiones.
En este orden de cosas, el Gran Premio de China se disputaba sobre un asfalto enfriado durante el sábado y el amanecer de ayer, debido a una lluvia que para el momento en que el semáforo se puso en verde había dejado de ser una preocupación para los equipos y sus pilotos, pero originando numerosos problemas de calentamiento de los compuestos Pirelli.
La arrancada se daba a la hora prevista tras el pequeño susto que había originado el extraño renquear sobre la pista del W05 de Lewis Hamilton a la finalización de la vuelta de instalación, y mientras los diferentes vehículos trataban de enfocar adecuadamente la entrada de la difícil curva número 1, Felipe Massa, que había salido como una flecha, golpeaba las ruedas del F14-T de Fernando Alonso mientras unos metros detrás, era su compañero Valtteri Bottas quien hacía lo propio con el monoplaza de Nico Rosberg.
Superados los sustos iniciales, Lewis Hamilton desde la primera posición, comenzaba a alejarse con Sebastian Vettel a la cola de su coche, seguido el alemán por Fernando Alonso, Daniel Ricciardo y Nico Rosberg, por este orden y aquejado este último de problemas de comunicación con el muro que perdurarían durante prácticamente toda la carrera.
Todo seguía su curso natural hasta que en el primer cambio de gomas Ferrari adelantaba la entrada de Fernando Alonso, permitiéndole superar al tetracampeón del mundo aunque a cambio, se sacrificaba la rentabilidad de un tercer stint que a la fuerza iba a tener que ser largo para el de Oviedo y su vehículo. Pero no adelantemos acontecimientos.
Con el titular del dorsal número 14 instalado en la segunda posición y Lewis Hamilton gobernando la prueba, tan solo un error de estimación de Mercedes AMG sobre el momento de llamar al británico a boxes por segunda vez puso en duda la victoria de la prueba, posibilidad que se disipó totalmente una vez Lewis Hamilton volvía a pista.
Resueltas las dudas sobre quién podía ganar la carrera, quedaba por ver hasta dónde alcanzaría el arrojo de Nico Rosberg por recuperar el tiempo perdido en el inicio de la prueba, y si Daniel Ricciardo o Sebastian Vettel podrían llegar a inquietar a Fernando Alonso en los giros finales.
Al respecto de lo primero, Nico Rosberg, a pesar de sus problemas con la telemetría de su W05, no estaba por la labor de ceder la cabeza de la tabla de pilotos y conforme su monoplaza se encontraba más y más decargado de combustible, avanzaba firme en pos del segundo cajón del podio. En cuanto a lo segundo, tras una bonita pelea en pista, el australiano de Red Bull conseguía desembarazarse de su compañero Sebastian Vettel para intentar el asalto a la posición de Fernando Alonso.
Lewis Hamilton triunfaba de nuevo mientras Nico Rosberg aseguraba su liderazgo en el Mundial de Pilotos alzándose con la segunda plaza en el Gran Premio de China. Fernando Alonso firmaba la tercera plaza con un sobresaliente Daniel Ricciardo haciendo cuarto. En quinta posición llegaría Sebastian Vettel seguido por Nico Hulkenberg y Valtteri Bottas. Kimi Raikkonen terminaba octavo, Sergio Pérez lo hacía en la nona plaza y ya doblado, Daniil Kvyat concluía décimo.
Pero a media mañana (horario europeo), la FIA comunicaba que por una circunstancia totalmente ajena a la organización —un comisario hizo ondear la bandera a cuadros con cierta precipitación—, el recorrido total, propuesto a 56 vueltas, quedaba reducido a 55, cuestión que no afectaba a los puestos de arriba pero que trastocaba los planes de Kamui Kobayashi de terminar por delante de los dos Marussia.
En líneas generales el Gran Premio de China ha sido muy continuista en lo que al dominio de Mercedes AMG se refiere, cosa nada extraña por otro lado, aunque la distancia de la de Brackley con sus rivales parece haberse reducido. Red Bull sigue su camino de recuperación y en Ferrari, el triste resultado obtenido por Kimi Raikkonen empañaría el estreno de Marco Mattiacci al frente del equipo. En McLaren, sin embargo, las cosas empiezan a pintar bastante feas.
Fuente: Formula1.com / Statsf1.com
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