El caso de McLaren es paradigmático al respecto de la importancia de las sensaciones y datos recabados antes de que se dé inicio al campeonato, ya que tras haber firmado una pretemporada brillante por lo exitoso de los resultados obtenidos en Jerez y Bahrein, el comienzo de sesión ha supuesto para la de Woking un continuo retroceso en sus aspiraciones.
Sin duda existen razones para justificar este escenario y aunque sea aventurado decirlo por falta de información contrastada, quizás la más evidente haya sido el nivel de presión interno que ha supuesto el retorno de Ron Dennis al primer plano de la competición, ya que fue que el patrón de la británica afirmara después de Melbourne que para Sepang su escudería podía rentar medio segundo más por vuelta, y que comenzara irremediablemente el calvario.
Así las cosas, a tenor de lo visto entre finales de enero y mediados de marzo pasados, en los test invernales que abrieron la sesión 2014, McLaren era una de las escuderías que mayor proyección tenía de cara a disputar los títulos de pilotos y marcas. El MP4/29 resultaba tremendamente solvente y la respuesta de la unidad de potencia Mercedes-Benz apoyaba esta sensación. De hecho, durante el Gran Premio de Australia, gracias a la descalificación de Daniel Ricciardo (Red Bull), Kevin Magnussen y Jenson Button firmaban un excelente fin de semana quedando a la finalización de la carrera segundo y tercero respectivamente.
Sin embargo, en Malasia las vibraciones fueron radicalmente diferentes. Como comentábamos ayer mismo [Fórmula 1. Williams, la frontera del territorio Mercedes-Benz], la fortuna ayudaba a salvar la cara del equipo británico permitiendo que Jenson Button quedara finalmente sexto habiéndose beneficiado del error de estrategia cometido por Williams con sus dos conductores, pero Kevin Magnussen no podía ocultar las numerosas deficiencias que aquejaban al MP4/29 en Sepang y concluía la prueba ocupando la nona plaza.
Ya en Bahrein, el lugar donde en pretemporada McLaren había ido bastante bien, sendos problemas con los embragues de los dos vehículos plateados, originaron que tanto Kevin Magnussen como Jenson Button se vieran obligados a abandonar. Y en China, aunque el apartado mecánico respetaría a los monoplazas de Woking, sus pilotos oficiales se verían incapaces de meterse en la zona de puntos (Kevin Magnusse terminaba decimotercero y Jenson Button lo hacía en la undécima posición).
En palabras del propio Éric Boullier, jefe deportivo de la escudería, McLaren ha perdido un tiempo precioso buscando afinar la aerodinámica de su vehículo para este año, lo que nos pone en que ante la llegada del Circo a Europa, la desenvoltura en pista del MP4/29 y sus expectativas de cara al verano, dependen directamente del acierto en las nuevas soluciones que se han estrenado hoy mismo en Montmeló.
Sea como fuere, dado que desconocemos todavía el alcance real de las evoluciones en el coche británico, lo que sí podemos decir es que McLaren se encuentra en una zona muy delicada de la tabla de constructores. Es quinta a 9 puntos de distancia de Ferrari, pero con una Williams en mejor estado de forma y mostrando a todas luces mayor capacidad de progresión, a tan solo a 7 puntos de arrebatarle el puesto.
En Diariomotor: Fórmula 1. El DRS en Montmeló (Gran Premio de España)