Hoy en día estamos curados de espanto. Los fabricantes se empeñan en hacer un nicho del nicho, rizar el rizo, mezclar al más puro estilo del Dr. Frankenstein diferentes segmentos, transformar un crossover en un cabrio, ¿y por qué no? El del Nissan Murano CrossCabriolet fue el mejor ejemplo de que cuando el río suena lleva agua, de que a veces las marcas están dispuestas a ofrecer coches que, a priori, muy poca gente demanda. Meses de rumores confirmaban en 2010 que el Murano tendría una versión descapotable, un incomprendido, un modelo odiado por muchos, una excusa interesante y una idea muy cool, tal vez demasiado.
No te preocupes. La nueva generación de Nissan Murano, presentada hace unos días, no tendrá variante CrossCabriolet, ni falta que hace. La razón: con una distribución muy limitada, en los Estados Unidos, sus ventas fueron testimoniales, para un inmenso mercado como aquel, algo más de 1.300 unidades en 2013, la mitad de las que se alcanzaron el año anterior. Podría decirse el CrossCabriolet nació como una pieza exclusiva de esas que sabes no verás cualquier día por la calle. O tal vez un globo sonda, dispuesto a jugar con el factor sorpresa y contemplar la reacción del mercado.
Tal vez el tiempo le otorgue la razón. Tal vez, además de incomprendido, fuera un adelantado a su tiempo. El caso es que la idea de un crossover de dos puertas y sin techo sorprendió a muchos, entre los que me incluyo. Nissan se había propuesto un cabrio que no solo sirviera para disfrutar de las playas de Malibu y South Beach, sino para que cuatro personas subieran a bordo y se fueran de road-trip de costa a costa o subir a las pistas de esquí de Aspen. Esto no lo digo yo, así lo anunció Nissan en su presentación de 2010.
¿Un incomprendido? ¿Un adelantado a su tiempo?
La diferencia de precios, a día de hoy, entre un Nissan Murano y un Murano CrossCabriolet es de 13.500 dólares, prácticamente el precio de un Nissan Note en Estados Unidos. Por 41.995 dólares (más de 30.000 euros), el CrossCabriolet costaba en Estados Unidos lo que un Nissan 370Z Roadster, aunque evidentemente su concepto era muy diferente.
De hecho, el concepto del CrossCabriolet era diferente al de prácticamente cualquier otro todoterreno o SUV descapotable, o de techo desmontable, que hayamos conocido, como el propio Jeep Wrangler, en el que se pueden desmontar incluso las puertas y el parabrisas.
Nissan quiso ampararse en las proporciones de un SUV, para ofrecer una aproximación más práctica de un cabrio, que en el fondo no era tan diferente de la propuesta por otros descapotables de cuatro plazas existentes en el mercado, salvo por la altura a la que viajaban los pasajeros.
El Nissan Murano se quedó con dos puertas y un maletero amplio, que aún así también quedaba muy limitado con la capota destapada, con suficiente espacio para las maletas de mano o incluso dos bolsas con los palos de golf.
Pero el caso es que no parece que Nissan vaya a volver a repetir, al menos a corto plazo, la aventura de descapotar un crossover. Aunque nunca podemos decir nunca. ¿Quién sabe lo que sucederá en los próximos años?
Fuente: Nissan
En Diariomotor: Nissan Murano CrossCabriolet 2011