Polestar, conocida por sus preparaciones sobre vehículos Volvo, ha confirmado a través de su máximo responsable, Hans Baath, que sus planes de crecimiento pasan por alcanzar un mayor número de productos de la marca incluyendo diferentes esquemas de propulsión como son los sistemas híbridos y motorizaciones diésel. Aunque el enfoque de máximo rendimiento estará centrado en los motores gasolina más capaces de Volvo, la realidad de Volvo en su futuro más próximo empujará a Polestar a adaptarse a nuevos y diferentes sistemas de propulsión.
Nuevos retos para los Volvo más deportivos
Coincidiendo con el pasado Salón del Automóvil de Ginebra, Volvo dio a conocer un importante titular para comprender como evolucionará la marca en los próximos años. Lejos de mantener una estrategia de crecimiento similar a otros fabricantes premium con la escala de potencia como principal reclamo, Volvo subrayaba que la oferta de elevadas potencias estaría ligada irremediablemente a sistemas híbridos de aquí en adelante.
El desarrollo del sistema diésel híbrido enchufable llevado a cabo para el Volvo V60 Plug-In Hybrid ha sido el embrión de esta propuesta que afectará a los futuros lanzamientos de Volvo con una hibridación paulatina de todos y cada uno de los segmentos. Esta hibridación no necesariamente habla de propulsores eléctricos y pesadas baterías, sino que se busca mantener el concepto de ejes propulsores independientes capaces de ofrecer tracción total bajo demanda y haciendo uso del interesantísimo sistema Flybrid.
Polestar ha explicado como el downsizing que está viviendo la industria no es ajeno a ellos, motivo por el que ven necesaria una evolución similar en sus preparaciones pasando de las mecánicas de seis y ocho cilindros a propulsores de sólo cuatro. En este cambio de rumbo, y partiendo del diseño de las nuevas mecánicas Drive-E en las que también han participado, Polestar no reniega de la posibilidad de ver un motor diésel con su sello.
Fuente: Autocar.co.uk
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