Siempre había soñado con la posibilidad de conducir un art car. Y cuando digo conducir, me refiero a conducirlo de verdad, no solo probarlo durante unos kilómetros. Bajar las ventanillas para escuchar los comentarios de la gente, aparcarlo en una calle concurrida para ver como los transeúntes se paran a contemplarlo, convivir con él.
Hablo de art cars y pienso en el Porsche de Janis Joplin, el Rolls de John Lennon y sobre todo en BMW y concretamente en uno de ojos saltones firmado por un tal Andy Warhol. Dicho lo cual, nunca me hubiera imaginado que mi primera vez con un art car fuera a transcurrir de esta forma. Lo que veis no es un art car de pura raza, pero sí un automóvil único, un Nissan Micra vinilado con una decoración exclusiva diseñada por Ágatha Ruiz de la Prada con motivo de la edición especial que firma esta diseñadora, que causa sensación entre las féminas e incomprensión entre los varones como el que suscribe estas líneas.
Os advertimos de que aquí hay una historia interesante, como también lo es el coche del que os hablaremos a continuación.
Suerte que somos gente sin complejos. El último coche femenino que probé no era más que un adelanto de lo que estaba por llegar, conducir un Nissan Micra poblado de corazones, y colores tan llamativos, es poner a prueba tu sentido de la vergüenza. Salir de un centro comercial y ver como la gente se arremolina alrededor del coche. Contemplar como, en cada semáforo, comienzan a señalarte multitud de dedos. Y es que, cuando conduces un coche tan descarado como este, admites sin decirlo el tuteo, y que te señalen con el dedo, por decirlo de alguna forma, no resulta de mala educación.
A su favor, tendré que decir que no es ni de lejos la preparación más hortera que haya pertrechado perpetrado un diseñador o diseñadora. De hecho, no es ni mucho menos una horterada, sino el resultado consecuente de la estética que ha popularizado la madrileña, esa estética que causa furor y que no solo hemos visto en sus trabajos de sastrería, sino en una próspera franquicia de licencias que incluye perfumes, complementos para el hogar y decenas, probablemente cientos, de productos de consumo.
Hay que decir que todos esos productos con licencia de Ágatha Ruiz de la Prada se venden bastante bien. Al lanzar una línea con diseño de Ágatha estás descartando al público masculino, o a prácticamente la mayoría de este, pero también generando un aliciente que atrae y se vende y publicita realmente bien.
Por eso mismo, no me extraña que Nissan confiase en Ágatha Ruiz de la Prada para lanzar una edición especial para el Micra, un modelo con un enfoque claramente femenino que generación tras generación sigue afianzando ese objetivo de cautivar a aquellas féminas que busquen un utilitario urbano realmente práctico.
Creedme si os digo que habría muchísimas clientas interesadas en llevarse a casa un Nissan Micra decorado de esta guisa. No fueron pocas las que me preguntaron por la calle dónde tenían que ir para reservar uno. Por desgracia para ellas, este Micra es un art car, un showcar, una unidad creada en exclusiva para promocionar una edición limitada mucho más sobria y sencilla.
El Nissan Micra Agatha Ruiz de la Prada que se ilustra en estas imágenes, contaba con un vinilado que le confería esa decoración tan peculiar, con corazones de colores que se extienden por toda la carrocería. Esencialmente se trata de un prototipo único que, salvo por el vinilado, es prácticamente igual a cualquier otro Nissan Micra de calle bien equipado.
Por suerte para aquellas interesadas en este prototipo, en el Micra y en el universo de Ágatha Ruiz de la Prada, Nissan ya comercializa en España una edición especial que probablemente será más que suficiente para colmar sus expectativas en cuanto a distinción de una forma, por supuesto, mucho más discreta. Hablamos del Pack Micra Agatha Ruiz de la Prada, que por unos 175 euros ofrece pequeños toques de distinción y por supuesto corazones de colores, muchos corazones de colores.
Aunque la carrocería de este pack no vaya a estar vinilada, sí que cuenta con el emblema del corazón en las aletas delanteras.
También en la tapa del maletero, inscrito junto al nombre de este modelo.
La firma de Agatha Ruiz de la Prada también aparece en el alféizar de las puertas.
E incluso en un juego de sencillas, pero prácticas, alfombrillas.
Si tienes en cuenta el precio que alcanzan los productos decorados por Agatha, y que por 175€ además de los detalles ya mencionados te regalan una maleta de tipo trolley como esta, parece un buen negocio. Un buen negocio, al menos, si no te da reparo salir a la calle con un coche con corazones de colores.
Pero no te vayas demasiado lejos, que en los próximos días seguiremos hablando de Micra.
En Diariomotor: Presentación y prueba del Nissan Micra en Madrid