Prueba de agudeza visual. ¿Qué tiene de especial este Porsche 911?
De primeras, estamos ante un Porsche 964 Targa, con su característico pilar trasero fijo y su techo desmontable. Si su frontal, con esos ojos saltones que a muchos nos enloquecen, es tremendamente evocador, su trasera no resultará menos agresiva con la inmensa cola de pato del Porsche 964 Turbo. Lo más curioso es que no se trata de una versión especial que no conocíamos, ni tampoco de una preparación de la época, sino del prototipo que años más tarde daría vida al Boxster que ha permanecido en los concesionarios de la marca durante casi veinte años. Lo que ves, es todo un Porsche 911 con motor central…
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A comienzos de los 90, Porsche planifica un ambicioso proyecto para reconquistar al cliente que busca un buen deportivo sin el halo, y el elevado precio, del 911. Recordemos que, hasta ese momento, la gama de acceso a Porsche estuvo ocupada durante casi dos décadas por los 924, 944 y 968, modelos que perfeccionaron la idea y el concepto de un deportivo más asequible sin llegar jamás al éxito de su flamante sucesor, el Boxster.
Ese vuelco dramático a la historia de Porsche, que llegaría con el éxito comercial del Boxster y, más tarde, de una versión de tipo coupé, el Cayman, llegaría de la mano de un diseño evocador, inspirado en sus ilustres antepasados, en 356 Cabriolet y Speedster, también en el 550 Spyder. En este punto, deberíamos destacar otro de los méritos de aquel diseño, el de fortalecer una imagen de marca común, una estética inconfundible a lo largo y ancho de su gama de modelos, del Boxster, al Carrera GT, pasando por el 911 (993 y 996).
El Design Study presentado en 1993 fue un adelanto del Boxster lanzado en 1996
En aquellos años de intenso trabajo de desarrollo, Porsche optó por mantener a buen recaudo sus secretos utilizando una mula de un 911 Targa “tuneado”, con el chasis y el motor central del futuro Boxster. El ligero tintado de la inmensa luneta posterior del Targa, apenas puede ocultar el motor que se ha adelantado al eje posterior ocupando el espacio que deberían haber ocupado las plazas traseras.
Este prototipo, por cierto, aún se conserva en la colección del Museo Porsche de Stuttgart.
Fuente: Porsche
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