Entre las numerosas peculiaridades que adornan el Gran Premio de Mónaco, quizás la más relevante sea que la primera jornada de entrenamientos se celebre en jueves y no en viernes, como es costumbre en el resto del calendario. Esta circunstancia, y la dificultad aparejada de hacer con dos días de antelación una estimación fiable del tiempo que reinará durante la calificación y la carrera cuando El Principado está envuelto en una meteorología cambiante, ha originado que el primer día de entrenamientos haya resultado sumamente extraño pues la mayoría de equipos han invertido su tiempo en «instalar» sus respectivos vehículos.
Así las cosas, la sesión matinal se disputaba con una temperatura ambiente de 21º centígrados y gracias a lo temprano de su inicio (10 de la mañana), con el asfalto bastante frío para las necesidades de las gomas (23º). La pista, además, debido a que Monte-Carlo es un trazado urbano, ha necesitado del repetido paso de los vehículos para ir acumulando goma con lo cual, los mejores cronómetros no han comenzado a salpicar la tabla de tiempos hasta casi media hora antes de su finalización.
Como ya viene siendo tradicional esta temporada, Lewis Hamilton y Nico Rosberg sobre sus Mercedes AMG W05, han copado el protagonismo durante la hora y media de duración de la tanda matutina para alzarse al final de la misma con los mejores cronos absolutos. El británico marcando 1’18”271 y su compañero, quedando a tan solo 3 centésimas (1’18”303).
Tras los hombres de Brackley, la lucha entre los Red Bull y los Ferrari —sorprendentemente renovados con la pista en mejores condiciones— ha definido la propiedad de los cuatro siguientes mejores tiempos, con el australiano Daniel Ricciardo ocupando la tercera posición a 2 décimas de Lewis Hamilton, seguido muy cerca por Fernando Alonso, Sebastian Vettel y a más de 1 segundo de distancia del líder, por Kimi Raikkonen (1’19”467).
Pero cuando todo parecía claro con respecto a lo que iba a suceder durante la tarde, la meteorología sobre Mónaco ha empeorado notablemente al mediodía y a pocos minutos del inicio de la segunda tanda de entrenamientos libres ha comenzado a llover e incluso a granizar, lo que ha trastocado los planes de todas las escuderías y aunque ha habido algunos valientes que han salido a pista cuando esta empezaba a secarse, lo cierto es que casi durante una hora el asfalto del circuito ha permanecido literalmente vacío mientras desde boxes se esperaba a que las circunstancias mejoraran.
Una vez el piso parecía secarse del todo, Fernando Alonso reivindicaba a su equipo logrando una serie de vueltas rápidas que lo han colocado al frente de la tabla de tiempos en los últimos compases de la tanda, con un crono mejor al obtenido horas antes con el asfalto en mejores condiciones (1’18”482). El segundo tiempo (1’18”901) lo firmaba Lewis Hamilton, aunque muy alejado del conseguido por la mañana; y el tercero, iba para Sebastian Vettel.
En líneas generales, esta primera jornada de entrenamientos para el Gran Premio de Mónaco que se disputará el próximo domingo, no arroja más datos que Mercedes AMG sigue manteniendo su hegemonía intacta aunque esta vez, por las características e idiosincrasia del circuito urbano por excelencia, con bastante menos holgura que de costumbre, lo que abre para pasado mañana, momento en que se celebrarán la tercera y última tanda de entrenamientos y la calificación, una serie de expectativas para los rivales inmediatos de la de Brackley que son impensables en otros trazados.
A partir de ahí, la calificación supondrá el primer asalto real al Gran Premio, y nunca mejor dicho ya que Mónaco es un circuito donde los adelantamientos son extremadamente caros y hay muchas posibilidades de que aparezca el Safety Car, con lo cual, asegurar un buen puesto de salida en la parrilla es la mejor garantía para terminar la carrera o incluso ganarla.
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