Desde el momento en que la firma china Geely se hizo con el control de Volvo, un punto que quedó muy claro en esta nueva etapa, no fue otro que la estrecha relación que comenzaría entre ambas firmas. Prueba de ello, es que Geely no oculta que la compra de Volvo perteneció a un plan estratégico para garantizar la cesión tecnológica por parte de un fabricante de primer nivel. Transcurrido el tiempo, Geely habla sobre el futuro junto a Volvo, aludiendo a la relación existente entre Volkswagen y Audi como estrategia a emular a corto plazo.
Una relación repleta de intereses
Las intenciones de Geely con respecto a Volvo están más que claras. Volvo tiene por delante un largo camino para convertirse en una alternativa premium de alto volumen de ventas, pero sin duda están por el buen camino. Para ello Volvo está apostando por la innovación tecnológica en toda su gama, convirtiéndose en referencia absoluta en lo que a integración de nuevos sistemas de seguridad e infoentretenimiento.
El lanzamiento del próximo Volvo XC90, junto con el esperado nuevo buque insignia capaz de dar relevo al Volvo S80, serán piezas claves para subrayar esta intención de Volvo por colocarse en un peldaño superior dentro del mercado.
Para Geely, como actual propietaria de Volvo, es estrictamente necesario que Volvo de este nuevo paso hacia el mercado premium continuando por el sendero actual. Los planes de Geely son muy ambiciosos llegados a este punto, y es que el asalto de Geely a Europa y EE.UU. puede catalogarse como inminente. Para 2018, Geely pretende que el 60% de su producción mundial se dedique a la exportación partiendo de tecnología y plataformas Volvo.
Para entender esta nueva relación entre Geely y Volvo como socios, nada mejor que descubrir como entre los planes de Geely está la fabricación de un compacto para el mercado global, en cuyo desarrollo y enfoque encontraremos mucho del saber hacer de Volvo.
Fuente: WCF
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