¿Serías capaz de encontrar el parecido entre un frasco de ketchup y un coche? Por absurdo que te parezca, la industria alimentaria podría tener un papel fundamental en la producción sostenible de coches en un futuro próximo. Ya hemos visto como los biocombustibles, a la vez que prometían ser una alternativa inteligente al petróleo, se convertían en un problema ante la posible escasez de recursos vegetales a la que nos podría llevar su consumo generalizado. Pero lo que quizás no podías imaginarte es que los mismos tomates que utiliza Heinz para producir 650 millones de frascos cada año también podrían utilizarse para fabricar tu próximo coche.
Ford ha aunado fuerzas con Heinz para desarrollar materiales compuestos, de origen vegetal, que aprovecharían las fibras del tomate para obtener una fuente natural y sostenible, alternativa a los plásticos derivados del petróleo. En definitiva, no veremos coches fabricados esencialmente con tomates, pero sí veremos como estos materiales se aprovechan en pequeños accesorios como la guantera, el cenicero, el receptáculo para las monedas o las sujeciones del cableado del sistema eléctrico.
Esencialmente, la colaboración entre Ford y Heinz pretende desarrollar compuestos ligeros, rígidos y a la vez reducir el impacto medioambiental. Me atrevería a añadir que su desarrollo no será posible si a la vez no consiguen mantener los costes a raya, hacer viable su producción. Pensemos que el procesamiento de una fibra vegetal no necesariamente será más económico que utilizar un derivado del petróleo.
Pero si en algo estaremos todos de acuerdo es que, en esta atípica simbiosis, la clave será que Ford podría encontrar un aprovechamiento inteligente de los residuos procedentes de la producción del ketchup de Heinz, generalmente semillas, tallos y pieles de tomate. Pensemos que cada año Heinz procesa más de dos millones de toneladas de tomates.
Ford reconoce que, de momento, están en una fase preliminar de este nuevo proyecto de colaboración con Heinz que surgió dos años atrás. Y es que ya en 2012, Ford, Coca-Cola, Nike, Heinz y Procter & Gamble comenzaron a trabajar en el desarrollo de materiales procedentes de fibras vegetales.
Fuente: Ford
En Tecmovia: El drama del biocombustible. En EEUU los coches ya consumen más maíz que el ganado