La principal aspiración del nuevo Toyota AYGO es introducir un renovado aire pasional y juvenil en el segmento de coches urbanos puros, en los que la simplificación máxima y el coste mínimo han dictado muchas veces las reglas del juego. El resultado es un coche altamente personalizable y actualizado en su conectividad, pero que no oculta su condición de urbano puro en busca del ahorro en cada componente.
El nuevo Toyota AYGO saldrá a la venta en España en noviembre 2014 a partir de 9.000 € (incluido plan PIVE) a pesar de que en otros países europeos ya se comercializa.
En un segmento cada vez más superpoblado, ya no es suficiente con ofrecer un producto básico y barato. El listón ha subido al mismo ritmo que la oferta y ahora mismo resulta imprescindible ofrecer un producto diferenciado al máximo para optar a un trozo del pastel de ventas. El nuevo Toyota aspira a alcanzar las 1.300 unidades vendidas en España en 2015, su primer año completo de comercialización.
La propuesta de valor del AYGO está basada es su diseño individual y sus múltiples posibilidades de personalización y conectividad. Incluso después de comprarlo, podremos cambiar los paneles de colores para renovar la estética de nuestro pequeño Toyota, en la misma línea en la que cambiamos la carcasa del teléfono móvil para darle un aire nuevo. Eficiencia, bajos costes de adquisición y mantenimiento, agilidad y practicidad urbanas completan la oferta de este pequeño modelo.
El nuevo AYGO crece en 25 mm con respecto a la anterior generación, manteniéndose en unos contenidos 3.455mm, al tiempo que reduce su altura total en 5 mm en busca de la menor superficie frontal (mejor aerodinámica) y aumenta el ancho de vías en 8 mm, tanto delante como detrás, todo ello con la misma distancia entre ejes que el modelo anterior.
El resultado es un coche más aerodinámico, ligeramente más amplio y con un maletero 29 litros mayor que aún así se queda en 168 l, lo justo para un par de maletas de cabina o unas pocas bolsas de la compra. Al añadir la regulación en altura del asiento del conductor, también nos ponen más fácil acomodarnos al volante.
Gama del nuevo Toyota AYGO en España
A pesar de las ya mencionadas opciones de personalización, que se centran en el diseño, la gama se articula alrededor de un único motor de gasolina con tres cilindros y 998 cm3 que desarrolla 69 CV de potencia. Se trata de una evolución del tricilíndrico que ya se monta en el actual AYGO con leves mejoras técnicas que redundan en una mayor eficiencia.
A partir de este único motor, que podemos combinar con cambio manual o automático (de tipo manual robotizado). Con cambio manual el AYGO acelera de 0 – 100 km/h en 14,2 s, y homologa un consumo de 4,1 l/100 km mientras que el automático se va a unos eternos 15,5 s en aceleración y lleva el consumo a los 4,2 l/100km.
Con una única motorización, todas las variantes se articulan alrededor de dos opciones de acabado: el básico denominado “AYGO x” y el superior denominado “AYGO x-play”. Contará con carrocerías de tres o cinco puertas, aunque las series especiales están previstas únicamente con cinco puertas.
El acabado básico “AYGO x” lleva una parrilla delantera en negro mate y carece de opciones de personalización (más allá del color de la carrocería). Como equipamiento, incorpora de serie sistema de sonido con conexión USB y AUX, seis airbags, luces diurnas LED, control de estabilidad, dirección asistida eléctrica y asistente para arranque en pendiente. La ausencia de posibilidades de personalización, el equipamiento básico y las llantas de acero de 14” relegarán este modelo a un porcentaje de ventas marginal.
El acabado superior “AYGO x-play” es el que aspira a acaparar el 90% de los pedidos. Esta versión incluye faros antiniebla, llantas de aleación de 15” y el sistema multimedia “x-touch” con la función de cámara de visión trasera y conectividad para smartphones a través de MirrorLink (reproduce la pantalla de nuestro móvil con más o menos compatibilidad en función de la marca, a través de una aplicación descargable para cada fabricante).
El siguiente vídeo de Toyota explica los detalles del sistema con bastante detalle en un par de minutos. Creo que el contenido es informativo y útil, así que ahí lo tenéis por si queréis ver en directo las posibilidades del “x-touch” en acción.
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Volante de cuero, climatizador manual, control de velocidad y el sistema de arranque sin llave están también en la lista de equipamiento. Los asientos de cuero opcionales, a mi modo de ver, no pegan demasiado en un coche low-cost como este, y eliminan parte del colorido interior, por lo que sólo los recomendaría por su limpieza e impermeabilidad si vamos a transportar niños en el asiento trasero.
El acabado “x-play” sirve de base para las dos ediciones especiales “x-cite” (en color exclusivo naranja chillón) y “x-clusiv” (más discreto y elegante).
Para personalizar nuestro AYGO, contamos con packs exteriores “x-mask” para cambiar la parrilla frontal y la inserción de los paragolpes traseros y “x-line” con adhesivos para resaltar la parte inferior del vehículo. Las combinaciones de colores son casi infinitas.
También existen packs de personalización interiores para cambiar los colores de las rejillas de ventilación y la zona de la palanca de cambios (pack “in-touch”) o modificar el acabado del cuadro de mandos y consola central (pack “in-tense”). Un total de 9 llantas de aleación, a su vez en diferentes colores y acabados, redondean una oferta que nos permitirá tener un coche prácticamente único en tiempo récord, según Toyota, y a un precio “accesible”.
Aparte del precio de partida de 9.000 € para el modelo más básico con plan PIVE, no hay de momento datos de precios para España para el resto de la gama y opciones.
Toyota AYGO: diseño exterior, interior y calidades
Tras todas estas opciones, que sobre el papel nos ofrecen un coche muy original y colorista, llega la hora de sentarse en su interior para ver y tocar el resultado. Los plásticos rígidos y la chapa vista monopolizan salpicadero y puertas, con mandos sencillos y duros.
Para acomodarse al segmento A, en el que el precio de venta es un factor esencial, se han ahorrado costes al utilizar un único limpiaparabrisas delantero, prescindir de asideros en el techo, eliminar los mandos de un solo toque en ventanillas delanteras, utilizar un sistema mecánico batiente en las traseras, diseñar unos asientos delanteros de una sola pieza con reposacabezas integrado (que ahogan un poco la vista desde el asiento trasero)… casi cada elemento se percibe como lo más sencillo posible.
En el exterior nos encontramos con un coche bastante convincente y con personalidad. Su estética depende fuertemente de las combinaciones de colores escogidas, que van desde lo más discreto (si evitamos los contrastes) hasta lo más llamativo (si vamos a por todas con el naranja/negro de la edición especial “x-cite”).
El sonido de las puertas, otro termómetro de la calidad real de un coche, pasa con aprobado raspado en las delanteras, pero en las traseras carece prácticamente de amortiguación dando como resultado un “clanck” de chapa contra chapa de lo más pobre, aunque siempre en la línea de un segmento en el que el coste mínimo de producción es una necesidad absoluta.
En lo referente a amplitud, las plazas delanteras son desahogadas y las traseras perfectamente utilizables, aunque tanto su acceso como el espacio para las piernas están limitados por la longitud total del coche. Los asientos delanteros vistos desde atrás ocupan mucho espacio por su configuración monobloque, y contribuyen a hacerlo visualmente más pequeño.
Toyota AYGO: motor y sensaciones al volante
No sólo de calidades y acabados vive el hombre. El coche es movilidad y también personalidad y en este caso ambos se demuestran andando, o mejor dicho, conduciendo. Nos hemos ido hasta Rotterdam, Holanda, para esta primera toma de contacto con el nuevo AYGO.
No es casualidad que toda la ruta haya sido trazada en el país más llano del mundo y en su mayor parte por carreteras y autopistas de velocidad constante. Es el terreno ideal para bicicletas y para cualquier otro vehículo de baja potencia y reducido consumo.
El motor del AYGO es esencialmente el motor de gasolina más económico y compacto posible, con la potencia justa para mover el coche con soltura en ciudad y más o menos dignamente en carretera, al tiempo que consume lo mínimo imprescindible. Que nadie espere prestaciones.
Una particularidad importante del único motor disponible es que cuenta con ciclo Atkinson, aunque es un Atkinson “light”, no tan acentuado como en los modelos híbridos de Toyota. Esto significa que durante una mínima parte del trayecto ascendente de los pistones, las válvulas de admisión dejan retroceder una cierta cantidad de la mezcla de aire y gasolina, lo que resta potencia pero exprime aún más el rendimiento térmico de cada gota de combustible, alcanzando una eficiencia máxima de un 37%, lo que parece ser un récord en un motor de gasolina.
En el trayecto diseñado por Toyota, por carreteras de baja velocidad totalmente horizontales y con tráfico fluido, logramos alcanzar los 4,3 l/100km con cambio manual y en la versión ECO, que no llegará a España. En la versión normal que se comercializará en nuestro país (sin start-stop y sin las mejoras aerodinámicas de la versión ECO) el coche homologa un consumo medio de 4,1 l/100km y unas emisiones de 95 g/km con cambio manual..
Desde un punto de vista dinámico, el comportamiento en carretera es correcto con un balanceo contenido de la carrocería que se combina con una suspensión sencilla y orientada al confort. La dirección es bastante directa, lo que se agradece, y el tacto de la palanca de cambios de recorridos cortos resulta suave y agradable.
En cuanto a sonoridad, uno de los puntos clave cuando el ahorro de costes va demasiado lejos, podemos decir que el ruido motor está suficientemente aislado en conducción tranquila, pero si exprimimos la mecánica el tricilíndrico emite un sonido peculiar en pleno esfuerzo y especialmente a alto régimen, siendo ronco y con un punto entre “racing” y agónico que nos suplica un cambio de marcha a la siguiente relación. No le gusta que le atosiguen.
En cuanto al cambio automático, la caja manual pilotada es francamente lenta, además de aumentar levemente los consumos. Tratándose de un coche totalmente urbano, el cambio automático bien podría ser la opción más sensata y en conducción muy suave podemos llegar a amortiguar ese eterno segundo entre marcha y marcha, aunque pisando a fondo a la salida de un semáforo nos hará cabecear cada vez que el embrague automático se toma su tiempo hasta volver a engranar la siguiente relación.
Es curioso que Toyota no tuviese previsto prácticamente ningún recorrido urbano en la prueba, tal vez para buscar el mínimo consumo a toda costa. Menos mal que pude hacer una escapada con uno de los coches de prensa y circular alrededor de una hora por las calles de Rotterdam para ponerlo a prueba en su terreno predilecto.
El tacto en ciudad es de lo más adecuado. Pequeño, ágil, económico (aunque en España echaremos mucho de menos el start-stop, que no estará disponible) y con buena visibilidad exterior apoyada por la cámara de visión trasera. En circulación lenta (y con start-stop activado en la versión ECO) el consumo escala hasta los 6 l/100km fácilmente, pero no deja de ser un buen registro para un gasolina teniendo en cuenta que era un continuo arrancar-parar.
Dicho esto, una importante pega que dará más de un dolor de cabeza a sus posibles propietarios es el recorrido cortísimo del embrague, combinado con un punto de acoplamiento algo brusco y un limitado par a bajo régimen y que nos obliga a revolucionar el motor para arrancar desde parado. Es un fallo importante en un urbanita destinado a arrancar-parar constantemente y casi logra convertir en buena la caja automática.
Como conclusión, podemos calificar al nuevo Toyota AYGO como un vehículo estrictamente urbano, muy ahorrador no sólo en consumos sino también en materiales, que lo apuesta todo a la carta del diseño individualizado y la conectividad más actual, pero que tendrá dos duros rivales con los que comparte plataforma y mecánica (Citroën C1 y Peugeot 108) y de los que se distingue únicamente por percepción de marca y por toda la parte estética interior y exterior.
Peugeot y Citroën añaden otra mecánica más potente, dejando al Toyota sólo con la opción más básica. Así las cosas, el gusto personal de cada cual y el precio tendrán, posiblemente, la última palabra.
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