Infiniti sabe que necesita fabricar su propio deportivo. Decimos que lo sabe porque desde el grupo Nissan, son muchas las voces que aseguran que el deseo es real dentro de la firma, sin embargo, llegada la hora de la verdad, nadie se atreve a llevar este proyecto a buen puerto. Lo más cerca que ha estado Infiniti de construir su propio deportivo fue a través del proyecto Emerg-E, pero ese sueño pronto se quedó en nada, volviéndonos a preguntar ¿Por qué Infiniti se resiste a fabricar un verdadero deportivo?
Infiniti Emerg-E: el más claro ejemplo
La filial de lujo de Nissan, Infiniti, atraviesa un importante proceso de reestructuración de sus esfuerzos de cara a aumentar ventas y mejorar en imagen. Su visión del automóvil es la que entiende una fórmula donde deportividad y lujo van de la mano, pero claro, la competencia en un mercado como el europeo, es algo más que feroz a partir de esta idea.
Durante una reciente entrevista de Autoexpress a Andy Palmer, vicepresidente ejecutivo de Nissan, la idea de fabricar un deportivo volvió a la palestra. Recordar lo acertado en diseño y concepto del Infiniti Emerg-E, provocó en Palmer la respuesta inmediata asegurando que la idea se mantiene viva dentro de la marca, incluyendo sistema de propulsión híbrido, pero señalando igualmente que todavía habrá que esperar algunos años para ver a Infiniti meterse de lleno en un proyecto de semejante envergadura.
Llamémoslo miedo o etiquetémoslo como prudencia. Pero el caso es que Infiniti sigue esquivando la idea de lanzar su propio deportivo, híbrido o no, defendiendo una visión más prestacional que la que ofrecen sus actuales modelos. Por ahora tendremos que conformarnos con el Infiniti Q50 Eau Rouge; modelo que atesora lo mejor de Infiniti en diseño, y lo mejor de Nissan en técnica con las entrañas de la última evolución del Nissan GT-R.
El Infiniti Emerg-E recibió numerosos elogios en su presentación. Se trataba de un concept eléctrico de autonomía extendida basado en el Lotus Evora 414E Hybrid. Su potencia máxima de 408 CV lo convertían en un deportivo diferente, pero interesante. Su futuro siempre se antojó complicado, pero de llegar a producción, siempre se defendió la idea de que debería ser híbrido y servir al mismo tiempo como símbolo de la alianza entre Renault-Infiniti y Red Bull.
Fuente: Autoexpress
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