Este año he visitado por primera vez las 24 horas de Le Mans. Y he vuelto sorprendido, entusiasmado, anonadado. Es difícil entenderlo si no lo vives en directo, si no sigues el ritmo de carrera desde casa hora tras hora y te limitas a ver el resumen de la televisión y de la prensa. Si algún día lo haces… ¡ay amigo! Quedarás totalmente prendado de una competición mágica, pura. No es una simple carrera. Tanto que 24 horas acaban siendo pocas…
Aquí tienes mis razones por las que Le Mans te va a enganchar…
1) Las 24 horas de Le Mans no son una carrera más…
Toda esta historia comenzó hace 90 años con una premisa: los coches de carreras no sólo debían ser rápidos, además fiables y eficientes. De ahí surgió una prueba de 24 horas que no era una carrera más: Le Mans es la más antigua de las carreras en Europa desde la primera edición en 1923. La Fórmula 1 moderna, como la conocemos hoy en día, se remonta a 1950 y sólo algunas excepciones como el Gran Premio de Mónaco datan de 1933. Además, no se realiza en un circuito cerrado, sino que emplea la unión del circuito Bugatti y una serie de carreteras públicas que están abiertas al tráfico el resto del año, una variante denominada como el circuito de La Sarthe. En total, más de 13 kilómetros para la carrera de resistencia más importante de todos los tiempos. No podemos olvidar un nombre propio, la recta Hunaudières, en la que ya en 1980 superaron los 400 km/h antes de introducir dos chicanes para reducir la velocidad y aumentar la seguridad.
2) La carrera siempre está abierta: no se gana, se pierde
Nada tiene que ver la calificación con el resultado final. Ni siquiera existe correlación con los primeros tres cuartos de la misma. La carrera siempre está abierta. Toyota era la gran favorita de esta edición de 2014: tenían un coche rápido, eran eficientes en gasto de neumático y tenían capacidad para hacer stints largos entre repostajes… pero uno de sus coches, el Toyota #7, abandonaba por un fallo eléctrico a mitad de la noche… y el #8 acababa tercero tras un fortuito accidente bajo la lluvia vespertina.
Aunque Porsche ostenta el récord de 16 victorias absolutas en Le Mans, este año venían como rookies en LMP1 con Webber como estrella y algo faltos de velocidad en los test previos. Sin embargo, desconcertaban al público cuando el Porsche #20 permanecía 22 horas en el grupo de cabeza, viéndose virtualmente líder a dos horas de la bandera a cuadros… Finalmente, tuvo que abandonar por un problema en la suspensión después de 12 horas con vibraciones en uno de los ejes al atacar un piano con demasiado entusiasmo. ¿Sería bueno para la competición que un fabricante volviese a Le Mans partiendo de cero después de tantos años, y con ingenieros novatos en competición, para ganar la carrera a base de talonario? Quizás no… Especialmente, viendo la ilusión de Toyota en los últimos años y la dedicación y trayectoria de Audi. Le Mans pone a cada cual en su sitio…
Otro ejemplo lo sufrió en sus carnes el ganado de la carrera, el Audi #2 que rompió el turbo, al igual que el Audi #1. En sólo 17 minutos los mecánicos cambiaron el turbo por uno nuevo. Finalmente, el Audi #2, tuvo vía libre para hacerse con el primer cajón del podio, ante los descalabros del Porsche #20 y el Audi #1. Una historia entusiasmante como pocas…
Gran parte de la magia de la carrera resulta de competir 24 horas, algo agotador mentalmente. Exige una concentración superlativa para los pilotos, quienes confiesan que, a última hora de la noche y medio día, sufren un cansancio aterrador a pesar de los cafés y bebidas energéticas ingeridas. Con semejante plantel, es fácil desconcentrarse una décima de segundo. A más de 300 km/h perder una referencia de frenada en mitad de la noche te puede hace perder unos segundos valiosos en el crono final o, en el peor de los casos, acabar accidentado.
3) Las 24 horas de Le Mans son “el Rocío” de la automoción
262.000 personas han acudido a las 24 horas de Le Mans de este año… Sin embargo, la gente no va sólo a ver la carrera. Las 24 horas de Le Mans implican tomarse una semana de vacaciones como quien va al Rocío. En los campings situados alrededor del circuito se alojan la mayoría de los espectadores que viajan con la casa a cuestas: sus coches, caravanas, tiendas de campaña, pérgolas, barbacoas o un sinfín de utilidades para pasar una semana a la intemperie de la campiña francesa. La palabra hotel no existe aquí… En el pueblo hay una capacidad hotelera limitada para tanto aforo y los alojamientos cuelgan el cartel de completo al estar reservados por los equipos y los partners de la carrera, que pagan cifras astronómicas por alojar a sus invitados en el día D.
Lo que, a priori, podría ser un inconveniente, es la auténtica grandeza de Le Mans. El ambiente de carreras que reina es lo más divertido, aunque pueda parecer contradictorio. Paseando por los campings comprobarás con extrañeza cómo se juntan gente de todas las clases. Junto a los Ford Fiesta y Volkswagen Polo, verás familias de millonarios con sus Aston Martin, Lamborghini, Porsche o Ferrari conviviendo como uno más.
No te vas a aburrir: verás la carrera en la recta de meta, te mudarás a una y otra esquina de la pista, harás barbacoas, echarás una cabezada, pasarás por las boutiques de los equipos oficiales, los stands de los fabricantes, te tomarás una cerveza en cualquier caseta, visitarás el museo del circuito, subirás a la noria… ¡incluso puedes dar una vuelta en helicóptero! En 24 horas hay tiempo suficiente para hacer un sinfín de actividades.
Y no, no es sólo un acontecimiento para hombres gordos, sin camiseta que portan una cerveza de un litro en la mano. Es sorprendente la cantidad de parejas, grupos de amigos y padres con niños pequeños que acuden a seguir el acontecimiento… Qué mérito tienen todas esas novias y mujeres que acompañan a sus chicos a seguir una carrera de… ¡24 horas!
4) La cuestión de los neumáticos y porqué el Gran Circo es, en definitiva… un circo
En las 24 horas de Le Mans es espectáculo es real y, por eso, está asegurado. Los patrones de la competición no tienen que inventar absurdas regulaciones que favorezcan los cambios de posición de forma artificial, como es el caso del KERS, las zonas DRS o neumáticos que se desintegren en cuestión de minutos para favorecer adelantamientos e imponer diferentes ritmos de carrera…
Michelin es el proveedor mayoritario de neumáticos en las 24 horas de Le Mans, con 7000 gomas y más de 100 técnicos. En contraposición con la Fórmula 1, el objetivo de investigación que hay detrás de la carrera es aplicable a la vida diaria: reducir consumo y aumentar la duración —el número de stints que los pilotos pueden hacer con un juego de neumáticos—. Durante el parón invernal, los técnicos de Michelin han realizado modificaciones considerables a los neumáticos para la nueva temporada de Le Mans. El resultado son unas gomas prácticamente nuevas y un desafío grande: seis centímetros más estrechas pero ofreciendo mayor grip y dos kilos menos por unidad.
Además Michelin trabaja con cada uno de los cuatro socios de LMP1, de forma independiente, para “tunear” los neumáticos en función de cada coche y mejorar el rendimiento en carrera. A pesar de la confidencialidad en el desarrollo, permiten a los otros equipos probar los neumáticos de sus rivales, lo que aporta más emoción al asunto… El capo de Michelin Motorsport, Pascual Couasnon, lo resumía en pocas palabras “Nuestro desafío ha sido producir un nuevo neumático más rápido, consistente y capaz de recorrer la mayor distancia posible”. El hecho de que todos los grandes fabricantes apuesten de forma unánime –y voluntaria- por Michelin refleja que la marca gala está haciendo bien los deberes… Con esta, ya van 23 victorias de Michelin en Le Mans.
El Audi #2, por su parte, ganó además el premio Michelin Total Performance Award por aunar rendimiento, duración y eficiencia energética durante la carrera. El galardón, dotado de 1 millón de euros, busca fomentar la innovación en el ámbito de la movilidad sostenible en colaboración con una institución académica independiente.
5) La grandeza de la resistencia: el espíritu de lucha
El espíritu de lucha es uno de los ejes sobre los que gira todo el trabajo del fin de semana. Ese “no bajar los brazos y rendirse” cuando la situación se complica resulta apasionante. Vimos cómo el Toyota #8 era claramente el más rápido en pista durante los últimos compases del domingo a pesar de haber sufrido un duro accidente en la primera hora de carrera —cuando se produjo la tormenta—y haber sido reparado a toda prisa para volver al asfalto. El Audi #2, pasó 59 minutos en boxes, repartidos en 29 pit-stops.
A pesar de un accidente, es difícil ver que alguien se rinda. Todo se intenta arreglar. El espíritu de lucha consiste en mantener a un coche en pista, porque nunca se sabe a qué problemas se enfrentarán los equipos rivales. Hay que perseverar en el asfalto como sea. En 2014, Toyota tenía el coche más rápido y la fuerza para llevarse la carrera… pero ésa es la grandeza de la resistencia. Un traspié en un movimiento desafortunado te lleva a un sitio tan merecido como injusto. Por eso es tan interesante tener tres coches en pista. Por cuestión de probabilidad es más fácil pelear por tres bandas que sólo por dos… Quizás ese fue el gran fallo de Toyota.
6) Hay I+D detrás de cada equipo
A Le Mans no sólo se va a correr, también hay mucho trabajo de investigación detrás. La carrera nació como una prueba de resistencia para coches de calle, uno de los aspectos más sugerentes de las 24 horas de Le Mans con las categorías de GT. En la presente edición hemos visto rodar a los Porsche 911, Aston Martin Vantage, Ferrari 458 Italia o Chevrolet Corvette… En 1962 se introdujo la categoría “prototipos”, pensada para ayudar a investigar futuras evoluciones que introducir en automoción. Lejos queda la Fórmula 1, donde apenas pueden hacerse modificaciones sobre la aerodinámica cada temporada, puesto que los motores quedan “congelados” durante años. En la resistencia hay un gran trabajo de ingeniería detrás. Se introdujeron los propulsores diésel en 2006 y los híbridos en 2012. Audi, Toyota y Porsche emplean sistemas de propulsión diferentes entre ellos. Nissan ya ha avisado que, la próxima temporada, su LMP1 empleará innovaciones técnicas diferentes a las conocidas hasta la fecha.
En 2014, por ejemplo, hemos visto el Nissan ZEOD RC del español Lucas Ordóñez. Un híbrido que ha sido el primer vehículo en la historia de Le Mans en dar una vuelta completa al circuito en modo totalmente eléctrico… y eso que se quedó fuera de juego veinte minutos después del pistoletazo de salida por un problema en la transmisión.
Por un lado está el tema del consumo, tanto de gasolina como de neumático. En una carrera de 24 horas es crucial ser eficiente para disminuir el número de paradas, repostajes, cambios de neumático y evitar penalizaciones… El Audi R18 e-tron quattro de la presente temporada consumió un 22% menos que el del año pasado y casi un 40% menos que su homólogo del año 2006. Por otro el tema aerodinámico: ya en la década de los noventa se alcanzaron velocidades superiores a 400 km/h.
Además, la transferencia tecnológica es patente por parte de los fabricantes. De ahí la evolución de los motores TDI de Audi, las tecnologías híbridas en la gama Toyota o el desarrollo de los híbridos enchufables en Stuttgart con los 918 Hybrid o Panamera Hybrid. Nissan, por su parte, ya ha anunciado que el LMP1 con el que competirán el curso próximo servirá para asentar las bases del próximo Nissan GT-R.
El retorno económico de un fabricante siempre ha servido para disfrutar de presupuesto en competición… y esa experiencia en competición alimenta la tecnología de los vehículos de calle. Es la historia de la pescadilla que se muerde la cola. Cuando, años atrás, Porsche decidió abandonar la categoría LMP1, parte de los elementos sirvieron para dar forma al Carrera GT. En Jaguar ocurrió algo parecido, cuando introdujeron los frenos de disco en el D-Type después de la experiencia adquirida en Le Mans.
7) Lo mejor está por venir
Al sonado regreso esta temporada de Porsche en LMP1 se unirá el próximo año Nissan con un GT-R para Le Mans. Bautizado como GT-R LM Nismo, ya afirman que el objetivo es alzarse con la victoria en 2016. El próximo año, por tanto, se prevé apasionante con el cara a cara de dos fabricantes alemanes contra dos japoneses.
Fernando Alonso dio el pistoletazo de salida a la edición de 2014 y durante todo el fin de semana se rumoreó que Ferrari podría aprovechar la ocasión para anunciar el regreso a Le Mans, una carrera de la que obtuvo nueve victorias absolutas entre 1945 y 1965. Finalmente todo quedó en una bomba de humo… Pero, al término de la carrera, la Scuderia emitió un comunicado asegurando que la Fórmula 1 debía cambiar de mentalidad para… ¿parecerse a Le Mans?
Las 24 horas de Le Mans vuelven a despertar tanto interés como antaño. La presente edición ha superado el récord de entrada desde 1989. Grandes nombres han pasado por las 24 horas de Le Mans: Jean Bugatti, Carrol Shelby, Bruce McLaren o ilustres fabricantes como Mercedes, Bentley, Jaguar, Alfa Romeo, Bugatti, Aston Martin, Ford o Peugeot. ¿Veremos tantos fabricantes de nuevo en Le Mans? Yo creo que sí, que la época dorada de las 24 horas de Le Mans no ha hecho más que volver a empezar…
Cronología de las 24 horas de Le Mans 2014
- Reportajes especiales previos: 24 semanas para Le Mans
- Especial: “De qué hablo cuando hablo de Le Mans”, por Luis Miguel Ortego
- Resumen de las 24 horas de Le Mans 2014: Audi tiene cuerda para rato y sigue siendo el rey de Le Mans
- 6 vídeos 6 que te harán sentir la emoción de Le Mans
- Charlamos con Marc Gené sobre Le Mans 2014: Historias de Le Mans: Marc Gené y su carrera más inesperada