Cuatro carrocerías en un único coche. Imagina hacer la compra de la semana, el sábado, en un familiar. Salir a pasear con el frescor del atardecer en un descapotable. Madrugar el domingo para cargar la bicicleta en tu pick-up y subir un puerto de montaña. Disfrutar el resto de la semana, en tus quehaceres diarios, de un coupé. Como mínimo necesitarías cuatro coches y un garaje de 80 m2, o eso, o tener uno de los prototipos más peculiares de cuantos haya presentado Mercedes-Benz, el Vario Research Car de 1995.
En nuestros días, la idea del automóvil polivalente está más presente que nunca. La industria bien podría dividirse en vehículos con un enfoque muy concreto, y espíritu de segundo o tercer coche; y vehículos muy versátiles, de entre los cuales los crossover han sido los que más esfuerzo han exigido a las marcas para tratar de demostrar que igual sirven para el día a día, para moverse con agilidad por la ciudad, que para salir de viaje o hacer una escapada por el campo.
El prototipo Mercedes Vario Research Car llevó en 1995 esa versatilidad al extremo. Su carrocería podía modificarse por completo ¡en solo quince minutos!
La máxima modularidad de un coche que puede transformarse en 15 minutos
Mercedes-Benz diseñó un coche con carrocería moldeada en un compuesto plástico reforzado de fibra de carbono, con cuatro paneles superiores, para el área del techo, desmontables. De forma que en el momento en el que quisieras transformar tu coupé, en un descapotable, en un pick-up o en un familiar, tan solo tuvieras que sustituir una única pieza, en un proceso que apenas te llevaría 15 minutos.
Pero la idea teórica de Mercedes-Benz no consistía precisamente en que los clientes estuvieran continuamente modificando la carrocería de su coche para adaptarlo a sus necesidades, o que tuvieran que reservar sitio en el garaje para alojar al menos tres techos diferentes. Unas estaciones de servicio especiales, que alquilarían los diferentes techos, se encargarían del “trabajo sucio” mientras el cliente se toma un café.
Hace casi veinte años, Mercedes-Benz llegó a la conclusión de que sus clientes buscarían la dualidad de un coche que les permitiera realizar múltiples actividades, sobre todo compaginar el uso del día a día y el laboral con las actividades de ocio. La verdad es que no iban muy desencaminados…
En su desarrollo, Mercedes tuvo que idear soluciones efectivas y ligeras para agilizar y simplificar el proceso, como utilizar conexiones sencillas y seguras de las piezas y los sistemas eléctricos.
Este prototipo fue innovador también por otros aspectos. Hace casi 20 años ya comenzaron a utilizar algo que está muy de moda en estos días de fervor eléctrico, por primera vez se utilizaban frenos y dirección sin conexión mecánica, un sistema drive-by-wire como el que ya emplean algunos vehículos modernos.
También se utilizó otra solución muy de moda en nuestros días, sustituir el cuadro de mandos analógico por un sistema digital a todo color que por aquel entonces sería equiparable a tener una Super Nintendo tras el volante…